Cada semana se van conociendo nuevos datos, nuevas estadísticas, que le ponen fríos números a la realidad que se siente en la calle, la de un empobrecimiento de millones causado por la subordinación a las políticas del FMI que solo traen más y más planes de ajuste, mientras los especuladores, los banqueros, los sojeros y otros grandes empresarios siguen viviendo de fiesta. La empezó Macri, la sigue el Frente de Todos.
Hace poco, fueron datos del Indec. En Argentinal la pobreza alcanzó el 36,5 % en el primer semestre del año, mientras que la indigencia se ubicó en el 8,8 %, aunque la realidad es que esos datos, de por símuy graves, no reflejan una situación que ya es peor, después de los últimos meses de fuerte escalada inflacionaria.
Ahora se conocieron otros datos que dan cuenta, desde otro ángulo, de esa misma realidad. Un informe de la consultora Focus Market reflejó que en septiembre el consumo masivo se hundió 9,9% y aceleró la caída respecto del mes anterior (7,3%). En lo que del año, el nivel de compra mostró una contracción del 3,5%.
Damián Di Pace, el director de la consultora, analizó: "El poder adquisitivo de los argentinos se pulveriza día a día. Las grandes superficies donde los argentinos consiguen precios de referencia cuidados le ganan a los pequeños formatos. Hoy todos pierden stock del que produce, la caja de quien vende, el bolsillo de quien compra".
Esta situación, por supuesto, afecta en primer lugar a los sectores de menos recursos: los rubros de alimentos y cuidado personal fueron las de mayor caída en consumo, mientras que limpieza y bebidas presentaron variaciones negativas de menor magnitud en el acumulado 2022 contra 2021. Según el informe, la variación positiva de bebidas es explicada por las sin alcohol, que crecieron en consumo 0,7% mientras las alcohólicas disminuyeron 5,3%.
Según Di Pace, "el tamaño de la compra se reduce en todos los formatos. Cuando observamos las subfamilias de productos cuidado de la ropa, higiene y bebidas sin alcohol han registrado los mayores aumentos de precios en el último mes".
La realidad es que a nadie sorprende esta situación. La política del Gobierno, como se sabe, es inflacionaria, acordada con el FMI, para así ajustar el déficit fiscal y pagar la deuda ilegal que dejó Macri. Nada cabe esperar por ese lado, ni tampoco de las cúpulas sindicales que vienen dejando pasar todos los ataques. Como hicieron los trabajadores del neumático, se trata de salir a las calles por nuestras demandas, apoyar todas las luchas, coordinar e imponerles a los burócratas sindicales un paro nacional y plan de lucha.
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