Las movilizaciones en Irán no cesan tras el asesinato de la joven Masha Amani a manos de la Policía de la Moral del régimen. A las marchas practicamente diarias se sumaron con el correr de las semanas desde una huelga de trabajadores petroquímicos hasta la actividad creciente de gran cantidad de estudiantes de las universidades y los colegios secundarios.
No es casualidad entonces que la brutal represión del régimen a las protestas tenga a la juventud como uno de los objetivos centrales. Esajuventud parece no tener miedo y ha salido a las calles con mucha fuerza, lo que puso en alarma al Gobierno. Es por esto que al menos 27 niños y niñas hayan sido asesinados en el medio de la brutal represión de la Policía y la "Guardia Revolucionaria"
del régimen a las protestas en curso.
Junto a los estudiantes, también protestan los docentes, que acaban de expresar que no van a tolerar más represión hacia los jóvenes. Uno de los sindicatos de docentes iraníes convocó este viernes a una huelga y movilización de 48 horas en rechazo a la represión en las escuelas y la muerte de más de una veintena de menores en las manifestaciones desencadenadas tras la muerte de Mahsa Amini.
La medida de fuerza, anunciada por el consejo de coordinación de los sindicatos de profesores iraníes, se traducirá en "dos jornadas de sentadas y huelga el domingo y el lunes".
Los profesores acusan a "las fuerzas de seguridad y a agentes en civil" de actos violentos en las escuelas y de haber "matado a varios estudiantes y niños", según el comunicado docente.
Irán se ha visto sacudido por una ola de manifestaciones tras la muerte, el 16 de septiembre pasado, de Amini, una joven kurda iraní de 22 años, que fue detenida por la Policía de la Moral por llevar "mal colocado su velo".
Tras su asesinato, decenas de miles de personas salieron a las calles a protestar. La represión dejó al menos 215 muertos, incluidos 27 niños, según un balance de la ONG Iran Human Rights (IHR), con base en Oslo.
El último sábado un incendio en la carcel de Evin, donde se encuentran los presos políticos iraníes, terminó con una brutal represión donde habrían sido asesinados hasta 40 personas según denunciaron familiares y organizaciones de derechos humanos.
Mientras que protestas entraban este viernes en su día número 35, el principal clérigo iraní Ahmad Khatami usó su sermón de oración para pedir a los funcionarios judiciales que castiguen a los manifestantes "fuertemente".
En diferentes áreas de Teherán los manifestantes corearon consignas contra el régimen, entre ellas, “Muerte a Jamenei” o “Jamenei sanguinario, te enterraremos”. En Chitgar, en respuesta al lanzamiento de gases lacrimógenos por parte de las fuerzas represivas, los manifestantes los enfrentaron y los obligaron a huir. En Sanandaj, la juventud le prendió fuego a la base de los paramilitares ligados a la Guardia Revolucionaria. En Piranshahr, los manifestantes se enfrentaron con las fuerzas represivas. En Karaj, los jóvenes atacaron una ambulancia sin placa utilizada por agentes vestidos de civil.
Las protestas actuales se suman al descontento creciente por la situación económica, social y ambiental.
La tasa de inflación oficial es de alrededor del 40%, y algunos estiman que supera el 50%. Casi la mitad de los 82 millones de habitantes del país están ahora por debajo del umbral de la pobreza.
En el mes de mayo miles de personas tomaron las calles contra el aumento de los precios de productos básicos.
Irán viene de dos años de masivas manifestaciones que incluyeron huelgas de trabajadores tercerizados y precarizados en la industria del petróleo y el azúcar, y una revuelta popular por la escasez de agua y electricidad que ha provocado apagones y sequías en todo el país. |