Frente a la facultad de Humanidades de La Plata, inauguraron ayer un mural por el joven grafitero muerto a manos de la policía el 24 de agosto. La versión oficial mantiene la hipótesis de sobredosis. Los testigos afirman que lo mataron. El toxicológico aún no está. Cámaras que aún no se peritan, declaraciones no tenidas en cuenta y el pedido de justicia que comienza a organizarse y crecer.

Tras una segunda jornada de lluvia que esta vez no fue suficiente para suspender el evento, inauguraron el mural en homenaje y pedido de justicia por Faster, el joven que murió detenido por la policía a metros de su casa en el Barrio José Luis Cabezas sobre calle 122 entre 51 y 53, límite entre las ciudades de La Plata, Berisso y Ensenada.

Amigos y familiares de Jilmer Cashpa Aroyo, apodado Faster, exigen el esclarecimiento de los hechos. La versión oficial sostiene que la muerte se produjo luego de un brote psicótico, o sobredosis, como le dijeron al padre que llegó al lugar minutos después de que el joven perdiera la vida: “estaba en el suelo ya fallecido, le habían tapado la cara con una manta o algo, no me fijé bien. Un policía se me acercó, me preguntó si era mi hijo y me dijo mi más sentido pésame, su hijo murió por sobredosis; y yo pensé que rápido hicieron el análisis si no hay ni un médico acá”, recuerda Juan en diálogo con La Izquierda Diario.

El 24 de agosto fue lunes, y esa madrugada, Faster de 27 años murió en la calle. “En ese momento cuando pasé por ahí creí que había habido un choque o algo grande por tanto despliegue de policías y patrulleros”, continúa relatando Juan. Él iba en colectivo camino al trabajo sin sospechar que todo ese operativo era por un solo joven, y que además era su hijo. Algunas cuadras y minutos después, recibió la noticia en el celular con la voz de su hija que le informaba lo sucedido. Recién entonces volvió sobre sus pasos y es todo lo que como testigo puede declarar, algo que ya hizo en la comisaría el mismo día, y el pasado viernes en fiscalía.

Son varios los testigos, tanto vecinos del barrio como personas que desde temprano transitan esa zona del bosque de La Plata, que coinciden en una misma versión que difiere de la oficial: que los policías se reían mientras el joven (que no medía más de 1,60m) estaba vivo, que lo tenían tirado en el piso, boca abajo y esposado, y que con una rodilla le presionaban a la altura de los pulmones. Hay quien tomó una foto que no fue tenida en cuenta. Incluso quienes estuvieron más cerca recuerdan haberlo escuchado decir “déjenme respirar, déjenme respirar”, y que lo tuvieron así durante al menos 20 minutos. Desde entonces pasaron dos meses y solo una persona fue citada a declarar, además de Juan que llegó cuando ya todo había sucedido.

Los policías que detuvieron a Faster aún no fueron citados, por ahora la fiscalía solo trabaja con el informe que presentaron aquella mañana, y ninguna de todas las cámaras privadas de vigilancia que hay frente al lugar de los hechos ni la de monitoreo urbano ubicada en esa esquina (que cubre con claridad un rango de 500 metros) fueron peritadas. Mientras, como dice su padre, se abona a la hipótesis de la sobredosis, aun cuando “lo único que le encontraron fue un cigarrillo de marihuana en el bolsillo.”

Los resultados del análisis toxicológico iban a estar los primeros días de septiembre, pero septiembre casi termina y aun no hay novedades. “Estoy muy dudoso, la duda que me inquieta a mí es que puede pasar cualquier cosa. Nosotros solo queremos saber la vedad” insiste Juan mientras sigue juntando testimonios que le hablan de brutalidad policial.

El sábado 16 fueron las primeras pinceladas en un paredón de la calle 53 y 122, al costado de las vías frente a la facultad de Humanidades. Ese día debieron suspender por una fuerte tormenta, pero ayer continuó bajo una garúa gris que no impidió volver a reunir a todas las personas que lo conocieron o no, pero que se solidarizan con la lucha de sus amigos y familiares: “Este mural es un homenaje de todos los amigos de Hilmer pidiendo justicia y que se aclaren las cosas. Él era muy querido, le gustaba el arte, grafitear, tenía muchos amigos y están todos acá, porque vamos a luchar porque se esclarezca. No lo vamos a dejar así.”