Suscribimos todas las críticas y nos solidarizamos con las reivindicaciones que nuestras compañeras de enseñanzas medias y FP plantean contra esta educación a la medida de oscuros intereses como los de la Iglesia Católica o las grandes empresas. ¡Ya es hora de terminar con toda división del movimiento estudiantil independientemente del nivel de estudios!
Pero además nos sumamos a esta huelga con nuestras propias demandas porque las universidades no se han quedado atrás en la dinámica de privatización, recortes, falta de democracia y entrega a los capitalistas. Al contrario, han sido uno de los principales blancos de una ofensiva contra la educación pública perpetrada por los gobiernos del PPSOE y también por el gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos.
Desde el inicio de la crisis económica de 2008 las universidades públicas han sufrido recortes por valor de 10.000 millones de euros y, al mismo tiempo, el coste de las matrículas ha aumentado un 30% de media en ese periodo ¡triplicando el aumento de los salarios en la última década!
Salarios cuyo valor real no deja de bajar a medida que se disparan los precios de los bienes más básicos como electricidad y alimentos mientras las grandes empresas no dejan de incrementar sus beneficios. Una pérdida del poder adquisitivo que tampoco compensa la miserable subida de 100€ en las becas que concede el gobierno y que solo alcanza a una pequeña parte de les estudiantes que la necesitamos.
Esto ha supuesto la expulsión de les hijes de la clase trabajadora de las universidades. En los últimos diez años el número de universitarios se ha reducido en más de 231.000. Un estudio de la fundación Xarxa Vives revela que el 55% de los estudiantes matriculados en la universidad pertenecen a la clase alta, frente al 34,4% que pertenece a la clase media y solo un 10,6% son de clase baja.
Al mismo tiempo cada nueva reforma universitaria ha profundizado en la injerencia de los grandes empresarios en las universidades públicas a través de los Consejos Sociales. Organismos presentes en cada universidad en los que la casta universitaria de rectores y decanos se reúne con representantes de la CEOE y consejeros delegados de empresas como el Santander, Repsol, Iberdrola o El Corte Inglés -entre muchas otras- para aprobar los presupuestos, planes de investigación, de estudio, etc. La reforma universitaria del exministro Castells -que ahora trata de sacar adelante su sucesor Subirats- pretende dar todavía más poder y atribuciones a estos Consejos Sociales.
Paralelamente a todo esto vemos como la universidad es cada vez más represiva y bloquea todo tipo de actividad estudiantil. Se prohíben charlas, manifestaciones, actividades sociales y de ocio… Todo ello amparado por la nueva Ley de Convivencia Universitaria impulsada por Castells: la Ley Mordaza Universitaria. La policía, que campa a sus anchas por los campus -algo impensable hace unos pocos años- es enviada a reprimir a les estudiantes que protestan contra los actos que la extrema derecha organiza en las universidades.
Una extrema derecha cuyo ideario reaccionario está bien presente en la institución como muestran casos como el de los insultos machistas en el Colegio Mayor Elías Ahuja. Un ejemplo que muestra la estrecha relación entre la universidad y la Iglesia Católica y sus órdenes religiosas, que dirigen estos Colegios Mayores en los que se reúnen los hijos de la burguesía española.
Tampoco podemos olvidar los convenios que suscriben las universidades con el Ejército y la industria de la guerra que buscan promover los valores militaristas y potenciar la investigación militar. Hechos aún más graves en un contexto en el que este gobierno pretende aumentar el gasto militar en 27.000 millones de euros para cumplir con los intereses imperialistas españoles.
Por todos estos motivos -que configuran una educación universitaria a la medida del capital- desde Contracorriente y Pan y Rosas llamamos a secundar también en universidades la huelga estudiantil del 27-O con las siguientes reivindicaciones:
• ¡Basta de destruir la educación universitaria! Universidad pública, gratuita y universal. Matrículas gratuitas y becas para les estudiantes de familias con rentas bajas, financiadas con impuestos a las grandes fortunas.
• ¡Fuera la iglesia, la extrema derecha y el militarismo de las universidades! Derogación de todos los convenios con la Iglesia Católica y con el Ministerio de Defensa.
• ¡Fuera policía de nuestros campus! Basta de represión a la autoorganización estudiantil.
• ¡Presupuestos militares para escuelas, universidades y hospitales! Ni un euro para el militarismo imperialista español. Revertir todos los recortes en servicios sociales liquidando los presupuestos de defensa.
• ¡Arriba los salarios y abajo las armas! Subida de emergencia de salarios y pensiones y cláusulas para que se ajusten automáticamente según el IPC real.
• ¡Por una universidad libre del control de las empresas! Expulsión de los Consejos Sociales. Fin de todas las cátedras y acuerdos con empresas privadas.
• ¡Queremos una universidad para la clase trabajadora y el pueblo! Una universidad crítica, dirigida por sus estudiantes, docentes y trabajadores en la que la educación y la investigación se destinen a resolver las necesidades del pueblo trabajador y no las de los capitalistas. |