En la Cámara de Diputados, el Frente de Todos se prepara para votar el presupuesto 2023 con los votos de sectores de Juntos por el Cambio que finalmente votará dividido.
Con el sello del FMI, es un presupuesto diseñado en las giras de Sergio Massa por Washington, y lo hace explícito en su presentación. En los “objetivos centrales de la política económica”, dice la página 5, establece el recorte de gastos (reducción del déficit fiscal) para que sea “compatible con el Programa de Facilidades Extendidas (PFE) acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI)”. Es precisamente una de las claves que denuncia el Frente de Izquierda para rechazarlo: por la decisión de poner como prioridad los pagos de la deuda y no las necesidades más urgentes de salarios, jubilaciones, inflación y pobreza que se agravan cada día. Será la única bancada que se opondrá en defensa del pueblo trabajador.
Durante el debate previo a la sesión, los lineamientos económicos centrales, motivaron las felicitaciones del PRO por la “racionalidad fiscal”. Es decir, por el ajuste que contiene. Luciano Laspina (PRO-JxC) insistió con un concepto clave del presupuesto: “Lo celebro, es una derrota ideológica del oficialismo. Hay una reducción del gasto de 1,2 puntos". Sin embargo, para la votación final, Juntos por el Cambio va a exponer sus diferencias. En el inicio de la sesión lo mostraron con el quórum, que el Frente de Todos pudo alcanzar con Evolución Radical y la UCR. El PRO, la Coalición Cívica y López Murphy decidieron no facilitar el quórum y bajaron al recinto después.
Esas diferencias se expresarán en la votación en general del Presupuesto. El PRO difundió un comunicado anunciando su abstención. Allí explicaron que “aunque el gobierno ha aceptado incorporar algunas cláusulas que hemos solicitado (...) se ha negado a revisar varios artículos a los que nos opondremos en la votación particular”.
Desde la UCR se mostraron dispuestos a brindar su apoyo en la votación en general. Su diputado cordobés, Victor Romero, lo confirmó en su intervención del recinto “es necesario que tengamos presupuesto este año”.
En la misma línea va a ubicarse Evolución Radical, referenciado en Martín Lousteau. El diputado de este espacio, Emiliano Yacobitti, conocido referente de la pata estudiantil del radicalismo (Franja Morada), negoció directamente con Sergio Massa fondos para la UBA, donde hoy escaló como vicerrector. El puntano Alejandro Cacace blanqueó que acompañan el ajuste que contiene el presupuesto del oficialismo: “la reducción del déficit fiscal es una obligación que pone el FMI”. Respondió a Carlos Heller (Frente de Todos) que insistió en que “no hay ajuste”. Cacace le dijo “en verdad sí lo hay” y explicó que se hará por dos vías: medio punto del recorte por reducción de subsidios (y que impactará en tarifazos), ”y otro medio punto del recorte del gasto está en las prestaciones sociales, no lo ignoremos”.
En el espacio de la Coalición Cívica, Lilita Carrió marcó la tónica para rechazar el presupuesto por televisión. Esta tarde, el voto negativo fue ratificado por la diputada Paula Oliveto en el recinto.
Pero el Frente de Todos cosechó otras voluntades que acompañen en general el Presupuesto 2023, además de una parte de Juntos por el Cambio. A los votos de la UCR (33), Evolución Radical (12) y el espacio de Margarita Stolbizer (4), se le sumarían los del Interbloque Federal (8), Provincias Unidas (4), y de otras provincias (3). De esta forma, el Frente de Todos que necesita reunir 129 voluntades, podría alcanzar de máxima 179 votos para la aprobación en general del presupuesto (sacando los únicos 2 votos del oficialismo que expresaron públicamente su rechazo: Alderete y Caliva de la CCC). De esta forma, si algunos diputados de esos bloques prefieren no acompañarlo, no correrá riesgo.
La novedad es que quienes cuestionaban a Martín Guzmán desde el interior del Frente de Todos, o incluso no acompañaron el acuerdo con el FMI, esta vez vienen cerrando filas con un presupuesto que prioriza la deuda ante todo y es la continuidad de ese acuerdo, y a costa de recortar en jubilaciones, asignaciones familiares, educación.
Los rechazos que se adelantaron tienen fundamentos en las antípodas. Los cuatro diputados liberales y López Murphy porque “el déficit fiscal es una aberración” como sostuvo Javier Milei pidiendo un ajuste de shock más violento que lo que pide el propio FMI.
En la vereda de enfrente, el Frente de Izquierda rechaza el ajuste contra el pueblo trabajador. Así lo denunció Nicolás del Caño: “El recorte en Seguridad Social, Jubilaciones, Asignación Universal por Hijo, asignaciones familiares y otras partidas muy importantes van a tener una caída de 4,5% en términos reales (...) y en educación vinieron con un ajuste digno de López Murphy”. Serán las universidades las más afectadas: el recorte es de 18% en términos reales. Myriam Bregman completó el panorama mostrando que "Lo único que crece en este Presupuesto es el pago de intereses de la deuda". Haciendo alusión a la película “Argentina 1985” hizo un recorrido de la dictadura al presente para mostrar que lo que se sostiene: “son los beneficios que le dan a distintos sectores del poder económico”. Con los altos niveles de pobreza, la diputada cruzó a los distintos bloques que apoyan lo central del presupuesto: “las 500 principales empresas tienen sus ganancias no solo de la explotación del trabajo ajeno, sino que el 49,2% de sus ganancias provienen de subsidios y beneficios del Estado. ¡Díganme quiénes son los planeros!”.
Las polémicas para la votación en particular
La votación en general del presupuesto está asegurada y se estima que sea pasadas las 4 de la madrugada. Pero luego se pasará a la votación en particular de varios artículos que cuestiona especialmente Juntos por el Cambio. Esta votación podría extender la sesión varias horas más. ¿Cuáles son los artículos?
Que los jueces y trabajadores del Poder Judicial paguen ganancias, es un artículo que se incorporó al final del dictamen a propuesta del oficialismo. En un principio, desde Juntos por el Cambio se mostraron de acuerdo con el agregado. Pero con el correr de los días el lobby de los jueces que buscan sostener este privilegio, hizo que cambien de opinión. Para “matizar” el rechazo, piden que se vote más adelante tal como solicitaron los jueces.
Otra polémica es la que hace el Frente de Izquierda: proponen que los jueces paguen, una bandera histórica de la izquierda contra todos los privilegios. Pero rechazan que ese impuesto recaiga sobre los trabajadores: “el salario no es ganancia”.
En el mismo sentido se ubican los diputados de extracción sindical del Frente de Todos: Vanesa Siley (judiciales) y Sergio Palazzo (bancarios). Hugo Yasky se mantiene en una extraña incógnita sobre este punto, a pesar de supuestamente representar a los trabajadores de la CTA.
Desde el jueves, tanto el oficialismo como Juntos por el Cambio decidieron poner todo el foco en este debate. Myriam Bregman polemizó en este sentido en varios medios donde dijo “felicito a quien se le ocurrió esta maniobra política. Están todos discutiendo esto y no el presupuesto que ata todas las partidas sociales a lo que impone el FMI”.
Otro de los puntos que traerá discusión será el que refiere a las retenciones al campo. En uno de los artículos, el presupuesto propone extender las facultades del poder ejecutivo para modificar las alícuotas de las retenciones (derechos de exportación). Juntos por el Cambio, y otros bloques de la oposición de derecha, son abanderados de defender las ganancias de los grandes dueños de la tierra, los que especulan contra el pueblo trabajador con el precio de los alimentos.
Esos serán los debates centrales en las votaciones en particular, aunque se colarán otros puntos (como blanqueo, impuestos internos en Tierra del Fuego, ganancias para Camioneros).
Luego de garantizar la votación en general del presupuesto entre el Frente de Todos y gran parte de Juntos por el Cambio, será el momento de la votación en particular donde aprovecharán para mostrarse con diferencias. Aunque las dos fuerzas mayoritarias volverán a allanar el terreno para un “consenso del ajuste”, en continuidad con el acuerdo con el FMI. |