Tras la represión en la mañana a residentes de salud, un centenar de trabajadoras y trabajadores del sector se manifestaron frente a casa de gobierno ante las medidas de ajuste del gobierno de Capitanich.
Este martes por la tarde, en la esquina de la casa de gobierno, en la ciudad de Resistencia, se concentraron un centenar de trabajadoras y trabajadores autoconvocades de salud, pertenecientes a diferentes sectores.
En el lugar dialogamos con Jaime Guiot dirigente de SiPrE (sindicato de profesionales de enfermería)-Chaco, quien nos contó que el motivo de la medida de lucha se debe a “el veto del gobernador a la bonificación que recibían todas y todos les trabajadores de salud y que ahora solo será abonado a médicas y médicos”. Este bono significaba, aunque en negro, “una suma automática igual al básico”. Además, agrega, en el decreto, el gobierno desconoce a enfermería, que en la provincia son alrededor de seis mil trabajadoras y trabajadores, como parte del equipo de salud, “considerados simplemente colaboradores”.
Agregó que el gobierno “desconoce la carrera de enfermeras y enfermeros”, mientras, a la vez, “obliga a auxiliares de enfermería a profesionalizarse”.
Este recorte, que desde La Izquierda Diario venimos revelando como parte de la política económica diseñada desde el FMI, afecta derechos como a la salud, la educación, asistencia social, la cultura y se extiende por todo el país.
Para nuestro interloculor, en la provincia, la situación de trabajadoras y trabajadores se agrava con el aumento continuo de precios que “obliga a recurrir a adelantos de sueldos, créditos y préstamos” para llegar a fin de mes, y que “no alcanza con el 7% de aumento acordado entre el gobierno y el gremio mayoritario” que representa a trabajadores del sector público. Esta caída del salario no se recupera desde el año 2015, “cuando era considerado el mejor salario para el sector en toda Latinoamerica” y golpea principalmente al futuro, ya que “si un licenciado de enfermería, en su carrera llega a cobrar $200.000, cuando se jubile apenas llegara a cobrar la mitad” debido a que “la mayor parte del salario de bolsillo es en negro”
Frente a esta situación trabajadoras y trabajadores de salud se aprestan a salir a la calle para recuperar el poder adquisitivo del salario, para un sector esencial, que en la pandemia fue aplaudida, “donde se atendieron funcionarios y sus familias” y hoy son víctimas del ajuste “a nivel nacional y provincial, por estos gobiernos justicialistas”, y pregunta “¿dónde está la doctrina justicialista para la salud pública?”
¿Como la seguimos?
Desde este medio reflejamos la lucha de salud que se extiende en todo el país y se referencian en las experiencias de unidad, coordinación y lucha en común de residentes y concurrentes de CABA con trabajadores del Hospital de Pediatría Garrahan, donde participan juntos enfermeras y enfermeros, personal de limpieza, camilleres, etc.
También en la emblemática lucha de “los elefantes de la salud” en Neuquén, en el año 2021, donde unidos a la comunidad mapuce, textiles, ceramistas, camioneros y petroleros y organizaciones de desocupades, rompieron el acuerdo del gobierno provincial con la conducción burocrática del sindicato.