Fotografía: Nerea Frejlich
Consternación y dolor, así nos hemos expresado quienes allí nos hemos concentrado por tan dramático suceso. Expresando nuestra solidaridad y apoyo a las familias organizaciones políticas, sindicales, sociales y vecinos zaragozanos.
Lo que se conoce de momento es que una veintena de trabajadores se encontraban en el interior del recinto, siendo 6 los fallecidos y otros tantos heridos. En esta empresa de Pirotecnia ya se habían producido accidentes similares décadas atrás, el más grave en 1973 que se saldó cinco trabajadores muertos.
Aún falta determinar las causas de la explosión para depurar responsabilidades. Para ello sería necesaria la creación de una comisión independiente de trabajadores, familiares afectados, profesionales involucrados en la defensa de los derechos de los trabajadores y representantes sindicales para esclarecer los hechos y dar respuesta a la falta de medios de seguridad que provocan este tipo de accidentes.
Junto con la solidaridad, creemos necesaria la exigencia por parte de partidos políticos, sindicatos y organizaciones vecinales, para poner fin a los accidentes laborales que ponen en riesgo la vida y salud de los trabajadores por la falta de seguridad laboral en las empresas. Este tipo de accidentes se puede evitar si la seguridad de las empresas está controlada por quienes están más interesados en ello, los trabajadores y trabajadoras.
Este no ha sido un caso aislado. El pasado 24 de julio murieron siete personas a causa de las explosiones en una pirotecnia de la localidad italiana de Modugno; a principios del mes fallecieron en una empresa de Berán (Leiro, Ourense) otras tres. Además del constante riesgo de amputaciones y sordera, al que están sometidos los trabajadores de este sector.
Vayan nuestras sinceras condolencias a los familiares, amigos y compañeros de los trabajadores fallecidos, así como el deseo de la mejor recuperación posible a las personas heridas y nuestro compromiso en mantener la movilización y la solidaridad para que estos trágicos hechos se esclarezcan.
¡Basta de jugarnos la vida en nuestros tajos! ¡Ni un muerto, ni muerta más, en el puesto de trabajo! |