El 18 de octubre, mientras las calles de Santiago ardían luego de una jornada de movilizaciones impulsadas por los estudiantes secundarios, Sebastián Piñera comía junto a su familia en un restaurante de la zona oriente de Santiago. Uno de los invitados en dicha comida era Pablo Piñera, ex militante de DC y hermano del expresidente.
En su edición de domingo, el diario La Tercera entrevistó a Piñera en torno a cuál es su balance del estallido social del 2019 y algunos otros temas de la coyuntura política del país.
Durante su entrevista caracterizó al movimiento social del 2019 como una “asonada callejera” organizada por “delincuentes, barras bravas y narcotráfico” principalmente a quien le agrega la “ultraizquierda” sumándose así al coro de las palabras de varios referentes de los partidos tradicionales que han buscado instalar una visión de que el estallido social fue solo “delincuencia” y muy poca demanda social.
Otro punto relevante es su visión sobre el acuerdo del 15 de noviembre, el cual caracteriza como “la salida institucional al conflicto” y que gracias a eso pudo posteriormente ganar el rechazo, cerrando así el ciclo abierto de cuestionamiento a la constitución más allá de los cambios posteriores que pudieran existir.
Sobre las violaciones a los derechos humanos, Pablo Piñera exculpa a su hermano y a la institución de Carabineros sobre las violaciones cometidas durante dicho periodo, con total hipocresía señala solo responsabilidades individuales y omite totalmente la presencia de los militares, los centros de detención ilegales y los asesinatos por parte de las fuerzas de la represión que fueron justamente enviadas por Sebastián Piñera.
El exmilitante DC también señaló que la victoria de el Rechazo sería una reivindicación de los 30 años y la demostración de que la población no buscaba cambios durante el 2019 sino la satisfacción de algunas promesas incumplidas durante el ciclo concertacionista. |