Camila Tavano Formigo, estudiante de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, que está realizando su tesis de grado en el CESIMAR- CONICET de Puerto Madryn, habla sobre la presencia de microplásticos en la dieta de especies de cetáceos de las costas del Golfo Nuevo: el Delfín Común y la Ballena Franca Austral.
Las arenas patagónicas están repletas de cajones, baldes y restos de redes de pesca que dejan los barcos que surcan el sur del Océano Atlántico en busca del langostino. Dos ejemplos salieron a la luz en estos días, uno en Playa Colombo, ubicada en mar abierto y muy cerca de Morro Nuevo, en Península Valdés; el otro en las islas Tovita y Tova, a 50 kilómetros de Camarones.
Según la ONU, "somos incapaces de hacer frente a la cantidad de residuos plásticos que generamos. Solo una pequeña fracción se recicla y alrededor de trece millones de toneladas de plástico se filtran en nuestros océanos cada año, dañando la biodiversidad, las economías y, potencialmente, nuestra propia salud".
La gestión de los residuos plásticos y otros contaminantes, viene solo después de que el problema se hace evidente y de que los movimientos ambientalistas denuncian lo grave de la situación. La Izquierda Diario (LID) entrevistó a Camila Tavano Formigo, estudiante de la Universidad Nacional de la Patagonia san Juan Bosco que está desarrollando su tesis de grado en el CESIMAR (Centro de Estudios Marinos) - CONICET de Puerto Madryn.
LID - ¿Qué son los micro plásticos? Y ¿cómo podrían los animales estar expuestos a ellos?
Camila Tavano Formigo (CTF) - Los microplásticos son partículas menores a 5 mm. Puede ser que ya
hayan sido fabricadas con ese tamaño (microplásticos primarios), o que sean producto de la fragmentación de piezas plásticas más grandes debido a la abrasión física y a la radiación solar. Según la forma del microplástico, se clasifican en fragmentos o fibras. Cuando dichas partículas están en el ambiente marino, algunos animales pequeños pueden confundirlo con alimento o simplemente lo incorporan por filtración. Una vez que es ingerido, se transfiere a través de la trama trófica, pudiendo provocar su bioacumulación y biomagnificación. Por ejemplo, es esperable que haya más microplásticos en el estómago de un delfín que en sus presas. Cuando entran en el organismo, dependiendo el tamaño, pueden migrar a diferentes zonas del cuerpo, es decir que se translocan. Uno de los grandes problemas de los microplásticos es que tienen varios compuestos que pueden ser tóxicos, como los ftalatos que se van acumulando en la grasa. Hay estudios que demuestran que la exposición a estos compuestos en mamíferos tiene efectos nocivos, como el mal funcionamiento del sistema endócrino, daños hepáticos y muerte neuronal.
LID - Camila, ¿contanos sobre qué se basa tu investigación?
CTF - Mi investigación actualmente se centra en analizar la presencia de microplásticos en la
dieta de dos especies de cetáceos que habitan las costas del Golfo Nuevo: el Delfín Común y la Ballena Franca Austral. En el caso de los delfines, analizamos el contenido estomacal de los ejemplares de un varamiento masivo que tuvo lugar en la Playa El Doradillo en el 2018. Para el caso de las ballenas analizamos las heces que nos colectan empresas de avistajes. Los resultados de estos análisis, se están comparando con lo hallado en sus presas (anchoíta y merluza para los delfines y zooplancton para las ballenas). Previo a esto, tuvimos que poner a punto las técnicas para analizar este tipo de muestras, es un tema tan nuevo que aún no hay consenso metodológico. Posteriormente, se indagará la procedencia de los microplásticos y sus efectos en los mamíferos marinos.
LID - Los miles de millones de toneladas plásticas diseminadas a lo largo del mundo son uno de los varios indicadores presentados en la comunidad científica como evidencia de las consecuencias de la contaminación que genera el capitalismo. Este es uno de los ejemplos que podemos usar para describir la vigencia de la fractura metabólica entre la sociedad capitalista y naturaleza que describió Karl Marx hace más de 150 años. ¿Qué te llevó a investigar este tema?
CTF - Claro que la contaminación por plásticos a lo largo de todo el mundo es un claro ejemplo del impacto de la sociedad consumista en la que vivimos. Su producción aumentó exponencialmente desde 1950, llegando a producirse alrededor de 400 millones de toneladas en la actualidad.
La contaminación es un tema prioritario a tratar en todo el mundo. Me vine a Madryn con la idea de poder trabajar uniendo dos temas que me gustan muchísimo, la contaminación y los mamíferos marinos. En los últimos años, empecé a interiorizarme en los impactos de diferentes contaminantes, incluídos el bisfenol y los ftalatos, que se encuentran presentes en los plásticos. Se acercaba la hora de empezar la tesis de grado y conocí a mis actuales directores, Mariana Degrati y Valeria D’Agostino quienes querían empezar a investigar esta problemática en mamíferos marinos y a Rodrigo Hernández Moresino que ya venía trabajando con microplásticos en ambientes costeros. Los mamíferos marinos como depredadores tope, son considerados centinelas de los ecosistemas donde habitan. Conocer el estado de sus poblaciones nos da información directa de la calidad del ambiente que frecuentan.
LID - ¿Qué hipótesis de trabajo tenés sobre las consecuencias de los microplásticos en los animales y en el ambiente en general?
CTF - Nuestra hipótesis de trabajo es que los microplásticos no sólo están presentes en el tracto digestivo de estos animales, sino que encontraremos partículas en diferentes partes del organismo así como también ftalatos en el tejido adiposo. Es de esperar que los efectos en estos animales sean los mismos a lo reportado en otros mamíferos. Si bien en esta zona la cantidad de microplásticos no es de las más altas a nivel mundial, hay una gran cantidad de residuos plásticos en nuestra costa. A menos que no se revierta la situación, es de esperar un incremento en las concentraciones de microplásticos.
LID - ¿Qué rol o intervención tiene la actividad humana en este proceso?
CTF - El ser humano es el responsable directo de lo que ocurre. Partamos de que el plástico
es un producto antrópico, es decir creado por el hombre, y llega al ambiente por un exceso en su consumo y por un mal manejo de los residuos. Ambiente es nuestro entorno, entre otras cosas, es el aire que respiramos, el agua que bebemos, los alimentos que ingerimos, el suelo donde los cultivamos. Los microplásticos ya fueron declarados ubicuos, es decir que están presentes en cada rincón del mundo, llegando hasta lugares inhóspitos. Es importante ver y comprender que los efectos que tenemos en el ambiente, tendrán un impacto directo en nuestra vida, bueno o malo eso va a depender de nosotros.
LID - Según datos de un grupo de biólogos de la Universidad de Toronto, por año entre 4.8 y 12.7 millones de toneladas métricas de desechos plásticos llegan al medio marino desde la tierra. Y eso sin contar los microplásticos que lo hacen a través de aguas residuales, como por ejemplo las descargas de lavarropas. La contaminación con microplásticos en el cuerpo humano preocupa a los científicos. A través de una nueva técnica, un grupo de investigadores detectó distintos tipos de fragmentos plásticos en miniatura en tejidos humanos. ¿Qué nos podés contar sobre esto?
CTF - Sí, se hallaron en pulmón, en sangre, placenta y hasta en leche materna. Son hallazgos preocupantes teniendo en cuenta los efectos nocivos que se describieron en ratones. Si bien es muy pronto para sacar conclusiones, esperemos que los próximos estudios puedan arrojar luz sobre las complicaciones que pueden representar para la salud, principalmente cuando la exposición se da en etapas tempranas del desarrollo.
LID - ¿Querés agregar algo más?
CTF - Sí. Si el conocimiento queda sólo en el ámbito científico, no sirve. No se puede esperar un cambio en el accionar si hay mucha gente no sabe lo que está pasando. Así como es importante que la ciencia comunique, también es importante que la gente entienda que a veces las investigaciones tardan más de lo esperado. Que las innovaciones tecnológicas pueden llevar a nuevos resultados, diferentes a los ya publicados. Que la ciencia no es algo estático y es necesario mantenerse informado. Que así como en algún momento el plástico se presentó como el gran invento y se introdujo en todos los ámbitos de nuestra vida, llegó el momento de entender que su consumo desmedido, principalmente de los plásticos de un solo uso, ya no es viable. Cada acción por más chiquita que sea, cuenta, como dije antes depende de uno si suma o resta.