Cuartos de final
El domingo 30 de octubre las Chivas consiguieron su pase a semifinales dejando el marcador global 2-1 contra las cementeras del Cruz Azul. Al día siguiente, América marcó 3-0 en el global contra las jugadoras del Tijuana.
Tigres Femenil avanza de nuevo a semifinales con goleada frente a Toluca que terminó en un impactante 9-0 en el global. De igual forma, el 31 de octubre las Rayadas del Monterrey avanzaron con 4-0 ganándole al Pachuca.
Con estos resultados la semifinal se jugará entre Rayadas y Tigres en el clásico regio. Mientras que en el clásico nacional las Chivas y el América se disputarán su pase a la final.
Victoria en la cancha, pero con desigualdad salarial
Según Salary Sport, en México las jugadoras profesionales ganan en promedio 7 mil pesos al mes mientras que un hombre que se dedica a lo mismo recibe aproximadamente 666 mil pesos mensuales.
Este hecho muestra que el fútbol, como lo hemos visto en otras ocasiones, es un reflejo del machismo en la sociedad pues en ésta como en tantas otras profesiones la brecha salarial es vigente. Como consecuencia, las jugadoras recurren a otros trabajos que les permitan cubrir gastos como la vivienda, canasta básica e incluso los insumos básicos para continuar con su carrera deportiva como el transporte para llegar a entrenamientos o equipo básico como espinilleras, lo que las lleva a tener dobles o hasta triples jornadas laborales tomando en consideración el trabajo doméstico que sigue recayendo en su mayoría sobre las mujeres.
El ingreso anual de la Liga Mx Femenil proviene de la Federación Mexicana de Fútbol, de la transmisión de partidos y de los 14 patrocinios exclusivos. Sin embargo, el presupuesto se reparte de manera desigual pues incluso las jugadoras mejor pagadas ganan una quita parte de lo que gana un jugador en liga varonil.
Si bien la liga femenil vio la luz en México desde el 2017 y con el paso de los años el salario ha pasado en promedio de los 1500 a los 7 mil pesos mensuales, esto producto de la lucha de las jugadoras que se enmarca en la lucha de las mujeres a nivel mundial por mejores condiciones de vida y derechos elementales, la realidad es que esto aún no es suficiente para cubrir los gastos necesarios de las futbolistas.
Por otro lado, hay quienes recalcan la importancia de “comprender” que la liga está en ascenso y que en medida que ésta crezca, el salario de las jugadoras también lo hará. La cuestión es que dinero ya hay, pero, por un lado, se mantiene en manos de unos cuantos empresarios del entretenimiento, y por otro, se concentran en la liga varonil coadyuvando a la terrible desigualdad salarial.
Las mujeres necesitamos organizarnos y seguir luchando para que, ni en este, ni en ningún otro ámbito persistan las desigualdades económicas ni de otras índoles entre hombres y mujeres para lo cual necesitamos trasformar de raíz esta sociedad capitalista y patriarcal.
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