El diputado nacional de La Libertad Avanza, Javier Milei, dio este lunes una conferencia de prensa en la sede del Club Social de la ciudad de San Juan. El motivo principal fue mostrarse rodeado de referentes políticos locales con quienes su hermana Karina Milei y su ladero Carlos Kikuchi vienen arreglando desde hace meses. Por caso, en la conferencia de prensa estuvieron Martín Turcumán de ADN, Carlos Montiveros de Fuerza Liberal, Victoria García y Sergio Vallejos del Partido Demócrata y algunos derechistas más.
Como toda definición política, Milei dijo que desde su núcleo duro designarán como candidato a gobernador de La Libertad Avanza a quien estén en condiciones de garantizar un piso del 10 % de los votos. “No puedo estar en la coma del decimal”, dijo con la pedantería que lo caracteriza. Lo mismo había manifestado Kikuchi en los días previos, cuando mantuvo reuniones con las agrupaciones sanjuaninas que expresan ideas reaccionarias similares a las de Milei.
Vale decir que el “piso del 10 %” para elegir candidato se debe centralmente a que las elecciones en esa provincia están desdobladas y se darán antes que las nacionales. Si les va mal a sus candidatos, será una imagen incómoda de cara a la campaña presidencial.
En cuanto a las definiciones económicas, Milei en la conferencia de prensa volvió con su cliché de “la necesidad de terminar con el Banco Central”, ya que para ser “un país rico” no se necesita una institución así. “La emisión monetaria es una estafa”, insistió al tiempo que manifestó que para terminar con la inflación es menester “bajar el gasto público, eliminar regulaciones y flexibilizar las relaciones laborales”. Nada contra los formadores de precios que se benefician de golpe constante a los bolsillos populares.
Sabiendo que su objetivo es endulzarles el oído a los sectores más concentrados de la economía, incluyendo a aquellos responsables del saqueo de los recursos naturales a costa de la cada vez mayor miseria de la población, Milei afirmó que “las retenciones mineras son una aberración”. De allí que su propuesta de eliminarlas va en sintonía con su programa general de darle “un hachazo al Estado”.
Es curioso que Milei no coincida con las políticas del Frente de Todos en temas extractivistas. Vale recordar que Flavia Royón, la actual secretaria de Energía designada por el ministro de Economía Sergio Massa, es una empresaria de confianza del gobernador de Salta Gustavo Sáenz (excandidato a vicepresidente de Massa) y de larga trayectoria como promotora de la entrega del territorio salteño a las multinacionales mineras. De hecho las grandes multinacionales del sector están haciendo enormes negocios gracias a las políticas del peronismo, tanto a nivel nacional como en las provincias.
En el mismo sentido, Milei propone “la eliminación de la obra pública” y “privatizar YPF”. En el primer caso, obviamente, no es que quiera un regreso al precapitalismo, sino que la realización de puentes, rutas, ductos y demás obras de infraestructura queden exclusivamente a cargo del lucro empresario. Algo que, de todos modos, no es lo que quieren los propios magnates de la construcción, la metalurgia y demás ramas involucradas. Más bien, los empresarios a los que adula Milei son en gran parte los socios del “club de la obra pública” que salió a la luz en los últimos años en varias causas judiciales por corrupción.
Respecto a la propuesta privatizadora de la petrolera que actualmente tiene sus acciones mayoritarias en manos del Estado, su propuesta directamente es volver a lo hecho por el menemismo en los 90, cuando con Repsol a la cabeza se puso en jaque a la propia existencia de la empresa en beneficio de las grandes multinacionales. La petrolera de capitales españoles llegó a tener el nivel más bajo de exploración y de reservas de hidrocarburos de la historia de la compañía. Y encima el gobierno de la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner la indemnizó al nacionalizarla, entregándole muchos miles de millones de dólares más que lo que incluso reclamaba ese pulpo extractivista.
A todo esto, quien hace campaña contra la “casta” política (mientras defiende a los sectores más explotadores y opresores de la sociedad), no hace más que reproducir sus métodos y vicios. No sólo teje alianzas con las castas políticas provinciales más rancias, sino que como diputado nacional alcanzó el patético récord de tener más ausencias que votaciones en el Congreso. Lo que se dice, un verdadero impresentable.
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