En los últimos días el feminicidio de Ariadna, joven de 27 años, ha generado gran indignación e incluso movilizaciones, esto debido a que dicho caso muestra la impunidad con la que actúan las autoridades y en específico las fiscalías, que, además de revictimizar a las víctimas, son capaces de manipular las evidencias para dar carpetazo a los casos.

Luego de que Ariadna fuera hallada sin vida por ciclistas en la carretera de La Pera, el fiscal de Morelos, Uriel Carmona Gándara, declaró que la necropsia apuntaba a que la causa de muerte había sido por congestión alcohólica y asfixia, y que el cuerpo había sido encontrado sin ningún tipo de lesión en el cuerpo. Es así como el fiscal pretendió dar carpetazo al caso.

La fiscalía de la CDMX atrajo el caso, pidiendo una segunda necropsia que apuntó que la muerte fue a causa de un trauma múltiple calificado de mortal, es decir que había sido asesinada, quedando claro que Ariadna fue víctima de feminicidio.

Esta investigación arrojó videos que contradicen las declaraciones de Rautel y Vanessa ultimas personas con las que estuvo Ariadna en su departamento, además de restos de sangre en dicho departamento; todo apunta a que ellos fueron responsables del asesinato de Ariadna. Luego de esto Vanessa N fue detenida y Rautel N se entregó en Monterrey aun sosteniendo que el es inocente.

Luego de iniciar la investigación se ha encontrado que Rautel, presunto feminicida, es propietario de negocios en el Estado de Morelos, y se ha denunciado que tiene relación con el propio fiscal de Morelos. No es casual, pues, precisamente cuando son personajes con vínculos con las instituciones que supuestamente brindan justicia o que tienen una posición política acomodada los que perpetúan los feminicidios la impunidad se impone.

Aunque la fiscalía de la CDMX y Sheinbaum han intentado mostrar este como caso testigo de la impunidad en feminicidios, responsabilizando a la fiscalía de Morelos del encubrimiento del feminicidio, sobre todo Ernestina Godoy ha repetido que no se permitirá la impunidad; lo cierto es que aun quedan muchas carpetas de investigación de otros feminicidios en la CDMX a las cuales no se les ha dado seguimiento, y aunque hoy intentan aparecer como paladines de la justicia, no hay que olvidar que hay muchos más casos sin resolver.

El pasado 7 de noviembre familiares y amigxs de Ariadna se reunieron en el monumento a la Revolución para realizar una protesta exigiendo justicia para el caso, dirigiéndose a la Fiscalía Especializada en Feminicidios de la CDMX.

Lamentablemente el caso de Ariadna no es aislado, pues lo que impera siempre en las investigaciones son los carpetazos, la revictimización en la que culpabilizan a las victimas de su propia muerte con preguntas como ¿por qué estaba ahí? ¿Por qué iba vestida así?, o incluso tratando de hacer pasar por suicidios casos de feminicidio, siendo el de Lesvy y el de Mariana Lima unos de los más emblemáticos. Ocultación de pruebas, alteración de necropsias o incluso hostigamiento a los familiares de las víctimas para que desistan de los casos son la constante.

Hoy exigimos justicia para Ariadna y dejamos en claro que se hace urgente un plan integral contra la violencia y los feminicidios, pues estos siguen en aumento. Como lo han denunciado los familiares de víctimas y organizaciones feministas y sociales uno de los pilares de esta violencia es precisamente la impunidad con la cual se envía el mensaje de que una mujer puede ser asesinada sin que nada pase.