Luego de la multitudinaria marcha en unidad de todo salud, este miércoles volvieron a movilizar al ministerio de salud y no encontraron respuesta. El reclamo ya es conocido por todos, la indiferencia del gobierno también. Mientras en asamblea siguen resolviendo la continuidad del paro por tiempo indeterminado y las acciones callejeras.
Este jueves los residentes y concurrentes porteños vuelven a cortar la 9 de julio a partir de las 9 AM para luego movilizar a la Legislatura porteña donde se debatirá el presupuesto 2023, donde no contempla ni el aumento para residentes ni los salarios para los concurrentes. Mientras siguen cursando la octava semana de movilizaciones y más de 15 días de paro por tiempo indeterminado y vienen de la masiva movilización de este martes, donde confluyeron con personal de planta de todos los gremios de salud, con los trabajadores en conflicto de los hospitales nacionales Garrahan y Posadas y a la que se le sumaron residentes de más de 50 hospitales del Gran Buenos Aires.
En asamblea, como es costumbre, siguen resolviendo los pasos del conflicto. La misma la realizaron este miércoles luego de movilizar una vez más desde el obelisco al ministerio de salud que encabeza Fernán Quirós, una vez más no recibieron respuesta.
Junto a la movilización de este jueves, resolvieron continuar con el paro por tiempo indeterminado, organizar asambleas el lunes en los hospitales sumando al resto de los trabajadores de planta para encarar la novena semana de conflicto y seguir peleando por la unidad de toda la salud unificando reclamos.
Al mismo tiempo siguen exigiendo a los gremios que no negocien a espalda de los trabajadores y que todos los sectores sean representados, moción concreta ya que el gobierno no quiere reconocer a la Asamblea de Trabajadores Residentes y Concurrentes CABA como interlocutor.
En este sentido exigen al resto de los gremios AMM, Federación de Profesionales, Sutecba, ATE y UPCN a que llamen a paro para el 17 de noviembre para que se vuelva a expresar en las calles un único reclamo de todo el personal hospitalario y a un paro nacional de toda la salud, porque es indudable que el contagio que está generando esta lucha se debe a una situación que sufre todos los esenciales trabajadores de la salud. La unidad y coordinación va transformando a la marea blanca en un tsunami.