Presidentes y diplomáticos de los países que integra el G20 se reunirán este martes y miércoles en Bali, Indonesia, en una cumbre que tiene a la guerra en Ucrania como uno de los ejes a pesar de la ausencia del presidente ruso, Vladimir Putin.
Las diferencias geopolíticas, que se expresaron en la reunión bilateral que mantuvieron este lunes el presidente estadounidense, Joe Biden, y su homólogo chino, Xi Jinping, donde la situación en Ucrania, la relación con Taiwán y Corea del Norte, la militarización de los mares chinos y las restricciones comerciales fueron algunos de los temas centrales de esa reunión que anticipó las dificultades para lograr resoluciones consensuadas en la cumbre.
Qué países participan y cuáles son las ausencias más importantes
De la cumbre participan Alemania, Arabia Saudí, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, EE.UU., Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Rusia, el Reino Unido, Sudáfrica, Turquía y la Unión Europea, con España como invitado permanente.
El lema del encuentra, "Recuperarse juntos, recuperarse más fuertes", no logra esconder las diferencias entre los las principales potencias luego del impacto que provocó la pandemia por el coronavirus en el mundo, y que se han intensificado desde la invasión rusa a Ucrania.
En cada edición, además, el país anfitrión se invita a otros jefes de Estado, este año son los presidentes de Senegal, Camboya, Países Bajos, Ruanda y Surinam, entre otros. Además fue invitado a asistir personalmente el mandatario ucraniano, Volodimir Zelenski, pero finalmente decidió participar por videoconferencia, tal como hizo en otros foros internacionales.
Entre los ausentes a la cumbre, el más destacado es Vladimir Putin, que a último momento confirmó Rusia estará representada por el ministro de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov.
Tampoco viajó el mandatario brasileño, Jair Bolsonaro, que luego de la derrota en las elección presidencial, frente a Lula da Silva, ha realizado pocas apariciones publicas, por lo que la representación del país estará a cargo del canciller Carlos França. Tampoco viajó a Bali el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, por lo que su lugar será ocupado por el canciller Marcelo Ebrard.
Además de los jefes de Estado, participan el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, también la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, entre otros representantes institucionales.
Los miembros del G20 representan alrededor del 90 % del PIB mundial, el 80 % del comercio global y dos tercios de la población del planeta, así como alrededor del 60 % de todas las tierras agrícolas y cerca del 80 % del comercio mundial de productos agrícolas.
La guerra en Ucrania marca la agenda de la cumbre
Aunque la guerra en ese país de Europa no está oficialmente en la agenda, su impacto global la vuelve una de las claves del encuentro en Indonesia, por la suba de precios de los alimentos, encarecimiento de la energía, ralentización de la recuperación económica tras la pandemia y el impacto que tiene sobre los principales imperialismos europeos.
Para algunos países la reunión es una ocasión para mostrarse como posibles aliados de alguno de las potencias en disputa, un ejemplo es Argentina. El presidente Alberto Fernández busca conseguir el apoyo de alguna de las potencias para mejorar las condiciones de la deuda con el FMI, alguna quita en los intereses sin cuestionar la deuda que su gobierno acordó pagar.
Los principales países imperialistas vienen apoyando a Ucrania durante la guerra. Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania (y otros miembros de la Unión Europea) y Canadá, presionan para que el documento final incluya una condena a la invasión, pero la posibilidad de un consenso grupal es nula ante el voto de Rusia y de otras naciones que se han mantenido en una posición neutral que les permitió mantener la relación con los rusos, especialmente China e India.
A este contexto que trastocó la geopolítica internacional y dejó profundas secuelas en la economía y una inflación histórica en Europa y EE.UU., se suman las tensiones en Asia, combinación del creciente poderío chino por un lado y las alianzas que impone EE. UU. para intentar ponerle un freno. Estas fuerzas opuestas generan roces permanentes y a veces hacen sonar tambores de guerra como la crisis por la visita de la demócrata Nancy Pelosi a Taiwán o los ensayos misilísticos de Corea del Norte entre otros.
La reunión del G20 intentará mitigar las tensiones internacionales que aumentaron en los últimos años, sin embargo la cumbre puede quedar solo en buenas intenciones. Si bien tras el inicio de la guerra en Ucrania el presidente estadounidense Joe Biden logró reestructurar un frente en torno al refortalecimiento de la OTAN bajo dirección de Estados Unidos, la prolongación del conflicto, las consecuencias económicas con una inflación histórica o las sanciones impuestas han venido erosionando esa unidad inicial y han comenzado a emerger las tensiones.
De hecho el canciller alemán, Olaf Scholz, acaba de visitar Pekín levantando críticas de EE.UU., una muestra de que más allá de las fotos de compromiso que dejará la cumbre, la posibilidad de "recuperarse juntos" se vuelve cada vez más lejana. |