Esta última semana se dieron a conocer los millonarios sobresueldos que se reciben en los colegios subvencionados por parte de sus administradores. El 92% de los establecimientos sus administradores reciben, en algún mes, mas de 10 millones de pesos. El 26% tienen sueldos que han superado en algún mes los 20 millones de pesos. El 2% tiene sueldos que superan, en algún mes, los 30 millones de pesos. Y el 0,4% supera en algún mes los 40 millones de pesos mensuales en sobresueldos.
Todo esto se lleva adelante mientras docentes, estudiantes y apoderados, conocen la realidad del sistema educativo en el país. Establecimientos que no dan a basto donde incluso se superan los 40 alumnos por sala, infraestructuras que no cubren las necesidades pedagógicas, sueldos bajos, sin mencionar todas las necesidades que se profundizaron con la pandemia.
Lejos de buscar cubrir las necesidades que existen en sus respectivos establecimientos educacionales los intereses de quienes son sus dueños mantienen la lógica de cualquier empresa. No son los profesores, estudiantes y apoderados discutiendo democráticamente que hacer con los recursos que subvenciona el estado, sino una corporación donde muchas veces quienes son parte de esta, siguen siendo los mismos sostenedores.
¿Qué paso con el “Fin al lucro” de Michelle Bachelet?
Durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet, se aprobó una ley que según anunciaba la presidenta, pondría el “Fin al lucro, el copago y la selección en los establecimientos educacionales”. La realidad muestra todo lo contrario, e los sostenedores organizados hoy jurídicamente en lo que son las corporaciones siguen enriqueciéndose en el negocio educativo. La ley de Michelle Bachelet escondía detrás de sus palabras, que el lucro en la educación se mantenía, lo cual no es una sorpresa entendiendo la gran cantidad de establecimientos educacionales que tenían por dueños a parte de congresistas de derecha o de la ex nueva mayoría. Un negocio que han aprovechado durante mas de 32 años.
Mientras la educación en todo el país se encuentra en crisis, hay quienes viven de ella como si fuese un negocio más. Ante el grito que profesores y estudiantes secundarias gritaban en las calles, “Ni Municipales, ni subvencionados, que la educación, vuelva al estado”, debe hacerse realidad. Junto a esto, la necesidad de que sean profesores, estudiantes y toda la comunidad educativa, quienes decidan de forma democrática que hacer con los recursos con los cuales cuentan, la lucha contra el lucro en la educación se mantendrá mientras el estado siga subsidiando a privados como se sigue fomentando hoy en día desde las corporaciones educativas. |