Como hemos venido desarrollando en distintos artículos de La Izquierda Diario -muchos de ellos serán enlazados a lo largo de esta nota-, este año se dio comienzo al Congreso “Refundacional” de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, el que tuvo su primera sesión el 19 de octubre, un día después de la conmemoración de los tres años del inicio de la rebelión popular de 2019.
¿Cómo ha sido este congreso? Cerca de la mitad de los congresales son militantes de las juventudes de gobierno (JJCC, Convergencia Social, Revolución Democrática), del resto, varios son independientes ligados a estos mismos partidos y otros que no. Y desde la Agrupación Anticapitalista Vencer tenemos dos cupos: Benjamín Vidal (FCEI) y Cristopher Salas (FCFM).
Desde el principio que las juventudes de gobierno han buscado instalar la idea de que este congreso sólo debe remitirse a elaborar los estatutos y alejarse de las urgencias sociales de las y los estudiantes, la clase trabajadora y el pueblo en general, esto para poder encubrir con un discurso “estatutario” su programa conservador y de migajas. Es por esto que se negaron a que el Congreso repudiara la represión ejercida por los carabineros de su gobierno el 18 de octubre, además de exigir la libertad de las y los presos políticos de la revuelta. Votación que terminó con un resultado de 29 abstenciones y 11 a favor.
Asimismo, las y los congresales del Partido Comunista y del Frente Amplio, también rechazaron la moción de apoyar-mediante difusión de un afiche en las redes sociales- la ocupación productiva del Fundo El Huite en Paillaco, la que con la unidad de trabajadores y comunidades mapuche se encuentra produciendo leche a precio justo para medio millón de personas, mostrando un camino para enfrentar la crisis económica e inflacionaria que afecta a todas las familias trabajadoras. Mostrándose claramente contrarios a las luchas de la clase trabajadora y el pueblo mapuche, el que sigue siendo brutalmente reprimido por su gobierno de Boric.
Reglamento Interno
En todas las sesiones hasta ahora, que son dos veces a la semana, lo que se ha realizado es un Reglamento Interno para el funcionamiento del Congreso. Este reglamento fue aprobado en la octava sesión llevada a cabo el 14 de noviembre.
El reglamento anuncia al congreso como “una instancia de representación política transitoria de les estudiantes de la Universidad de Chile”, sin embargo, las juventudes del gobierno se encargaron de elaborar y votar un reglamento interno que esté completamente alejado de las bases y donde se discuta muy poco -o nada- de política y de los problemas reales asociados tanto a las y lso estudiantes o a la sociedad en general -algo que a caracterizado a la federación durante su historia-.
En sus principios indica que “se orienta a la participación y vinculación de las bases estudiantiles (...) debiendo conectar de forma proactiva y eficiente con las distintas unidades académicas”, además se define con “enfoque de género y perspectiva feminista”, y luego entre las pocas lineas que le otorga a la participación de las bases, dice por ejemplo que cada congresal debe “generar al menos una vez por mes, espacios de participación directa con las bases estudiantiles”.
Definitivamente, quienes diseñaron este proceso (Consejo de Presidencias), también con un gran peso de las juventudes del gobierno, lo pensaron para que se hiciera totalmente alejado de las bases, en un momento de cierre de semestre y llegando el verano, posterior a las movilizaciones que se dieron en el primer semestre.
Y luego, consolidaron ese método rechazando las propuestas de reglamento interno que buscaban potenciar la democracia directa y las decisiones en asambleas de base. Por lo que se preparan a “refundar” la Federación para hacer una igual que la anterior, lo que claramente les conviene cuando se encuentran con un gobierno débil, ya que quieren que el movimiento estudiantil no juegue ningún factor dentro de las movilizaciones que se avecinan, pensando en que el próximo año será de recesión económica y se profundizará la crisis.
Es necesario que se acabe la burocracia en nuestros organismos, y que estos sean realmente abiertos a las bases, que el Congreso Fech sea un organismo que no solo discuta los estatutos en abstracto, sino que para qué los necesitamos.
Desde Vencer phemos planteado desde el primer día que el Congreso Fech debería estar estrechamente vinculado con las demandas estudiantiles, de las y los trabajadores y sus familias. Donde todos los estudiantes de base tengan voz en los plenos, sin necesidad de complejizar administrativamente como consiguió el PC, que cada Congresal tenga el deber de llamar y organizar asambleas de facultad, campus y carreras para que las decisiones finales sean tomadas por las bases, que las asambleas puedan elegir delegados mandatados y revocables para representarlos en el Pleno y que cada instancia sea de discusión política y se refiera a los temas nacionales, esto en un momento en donde la clase trabajadora y el pueblo se encuentra pagando el costo de la crisis económica y el costo de la vida se hace cada vez más insoportable, mientras el gobierno sigue manteniendo presos políticos y consolidando la impunidad. Hay que recuperar los organismos estudiantiles de las manos de los partidos del gobierno y transformarlos en organismos de lucha y organización de la mano de la clase trabajadora y los pueblos oprimidos. |