España es el tercer país más longevo del planeta, después de Suiza y Japón. Se prevé para el año 2050 que habrá 16 millones de personas mayores de 65 años frente a los 9 que hay actualmente en España. Y por cada persona en esta franja de edad, habrá solo 1,7 personas en edad de trabajar.
España se encamina a una crisis de los cuidados y está ante una emergencia social si no toma medidas urgentes.
- En diciembre de 2021 había 1.356.477 personas en situación de dependencia reconocida
- 141.556 pendientes de valoración
- 234.000 personas con la valoración hecha y sin recibir la prestación reconocida.
- El año pasado murieron 152 personas diarias, sin recibir la prestación reconocida por la ley de Dependencia y fallecieron 55.487 personas en lista de espera
El Plan de Choque del gobierno para la Dependencia aportó el año pasado 600 millones más a las CCAA para:
1. Reducir las listas de espera de Dependencia.
2. Mejorar los servicios de Ayuda a Domicilio y Residencias.
3. Mejorar las condiciones labores de los y las trabajadoras de este sector.
- El gobierno y las CCAA habían pactado sacar de la lista de espera de la vergüenza 60.000 personas y tan solo han salido 20.000 personas.
- El director del IMSERSO prevé que se van a necesitar alrededor de 300.000 profesionales más para cubrir los cuidados en Dependencia en el año 2040
La Ley de 39/2006 de 14 de diciembre de Promoción de la autonomía personal y atención a las personas en situación de Dependencia, comúnmente llamada Ley de Dependencia, es el cuarto pilar del Estado de bienestar y sólo desde los servicios públicos se puede garantizar una igualdad de condiciones para todos los ciudadanos de este país.
DENUNCIAMOS:
- Las auxiliares del SAD (Servicio de Atención domiciliaria), somos personal sociosanitario que desarrollamos las funciones de Atención Personal y Domiciliaria de los usuarios, un servicio absolutamente esencial en sociedades como la nuestra, que cada vez demanda más servicios de cuidados a personas en situación de Dependencia.
- Hemos sido el segundo sector más contagiado de Covid-19 después del sector sanitario, según el segundo estudio de seroprevalencia del Ministerio de Sanidad. Se nos ha excluido como sector sociosanitario de la normativa donde se reconocía el Covid19 como enfermedad profesional.
- A pesar de la importancia de nuestra actividad para el conjunto de la sociedad, somos un colectivo profundamente feminizado, invisibilizado social y laboralmente y con precariedad en nuestras condiciones de trabajo. Hemos sostenido el mundo con nuestras manos en una labor milenaria y que han querido profesionalizar, pero no han dignificado.
- Salarios que escasamente alcanzan el SMI, porque la mayoría de los contratos son de 25 y 30 horas, hablamos de contratación parcial y una eventualidad del 26,9 %, que obliga a buscar un segundo trabajo por las tardes o fines de semana para poder llegar a fin de mes.
- Incumplimiento de la Ley de Prevención de Riesgos laborales, ya que nuestro lugar de trabajo es el domicilio de la persona usuaria, donde prima la inviolabilidad del domicilio frente a la integridad física de la trabajadora, lo que lleva a la falta de evaluación de riesgos tanto de toxicidad, peligrosidad y biológicos. Trabajamos con población muy vulnerable, como Personas Dependientes, exclusión social, Salud mental o paliativos.
- No se nos reconoce ninguna enfermedad profesional, a pesar de hacer el trabajo con nuestro cuerpo y manos por no tener ayudas técnicas en los domicilios, lo que nos lleva a un alto nivel de enfermedades musculoesqueleticas y la carga psicosocial que genera situaciones de ansiedad y depresión, entre otras, y no reconocidas.
Como Sociosanitarias del Servicio de Atención Domiciliaria, deberíamos tener el reconocimiento de la administración, en tanto que detectamos de primera mano las necesidades reales que demandan las personas a las que atendemos y damos servicio, pero lejos de ello, este servicio está externalizado y gestionado por empresas privadas cuyo único fin es lucrarse con el dinero público y en ocasiones incumpliendo el pliego de condiciones y los convenios colectivos del sector.
REIVINDICAMOS:
1. Remunicipalización del servicio de Ayuda a Domicilio por ser un servicio público esencial para nuestra sociedad.
2. Reconocimiento de las enfermedades profesionales específicas de nuestro trabajo.
3. La reducción del Epígrafe para la jubilación anticipada a los 60 años, debido a las condiciones de nuestro trabajo.
4. Que se firme lo antes posible el DLey por el Consejo de ministros, para hacer efectiva la evaluación de riesgos laborales en nuestro lugar de trabajo, es decir, el domicilio del usuario/a. Que se haga cumplir la Ley de Prevención de Riesgos Laborales de nuestra profesión.
5. Que la figura del SAD sea reforzada y valorada, dando los recursos económicos suficientes.
6. Una partida presupuestaria blindada en los PGE para la Ley de Dependencia.
7. Garantía y protección en la Constitución Española de la Ley de Dependencia como cuarto pilar del Estado de bienestar.
La Manifestación será el 26 de noviembre 2022, a las 12 horas y partirá de Red de San Luis, Gran Vía, Plaza España donde se leerá el manifiesto.
Convocan: SAD Sevilla. SAD Murcia. SAD Cuenca. SAD CGT Chantada. Asociación de Trabajadores y trabajadoras del SAD de Valencia. AMSAD. OSAD. Plataforma SAF Galiza. Plataforma SAD Asturias. Coordinadora SAD del País Valenciano. Plataforma Sociosanitarias de Canarias. Asociación Empatía. Plataforma SAD Madrid. Plataforma Unitaria de Auxiliares del S. A. D. |