La demagogia del diputado liberal volvió a quedar expuesta. A pesar de su discurso anticasta, se llamó a completo silencio ante el aumento obsceno de dietas que se dieron a sí mismos las y los legisladores del Frente de Todos y Juntos por el Cambio. Llegarán por lo menos a casi medio millón de pesos en medio de la aguda crisis social que sufren las mayorías trabajadoras. Se evidenció una vez más que su chamuyo “anticasta” no es más que una cobertura para defender los intereses de los más poderosos y los privilegios del funcionariado político que los representa.
Este miércoles, tan solo un día después de que se conociera el más que magro aumento del salario mínimo, los diputados y senadores del Frente de Todos y Juntos por el Cambio aprobaron un acuerdo para aumentarse un 30 % sus dietas. Con esa suba pasarán a cobrar no menos de $455.000 más adicionales. Es decir, una suma equivalente a casi 7 veces el salario mínimo (el que se alcanzará recién en marzo). Un aumento que fue tildado de obsceno por la Izquierda y que dejó a la luz los enormes privilegios de una verdadera casta política, dispuesta a responder a las demandas y garantizar los negocios del gran empresariado.
La medida fue duramente cuestionada en el recinto por las y los diputados del Frente de Izquierda Unidad, como Nicolás del Caño, Myriam Bregman y Alejandro Vilca, del PTS-FITU, quienes rechazaron los aumentos de privilegio y pidieron que se tratara de forma urgente el proyecto de ley presentado por el FIT-U, donde se propone que todo funcionario cobre lo mismo que un trabajador.
Pero quien no dijo una palabra de ese obsceno aumento, en medio de la difícil situación social que viven las mayorías, fue Milei, que a pesar de su discurso contra “la casta”, se llamó a completo silencio, dando así su aval a ese privilegio del que gozan los funcionarios políticos y mostrando nuevamente que esa retórica no es más que falsa demagogia para la tribuna.
La “selectividad” de Milei para determinar quién es casta y quién no, quedó expuesta también este jueves, cuando en una entrevista defendió la posibilidad de una competencia dentro de una alianza con Patricia Bullrich, ministra de ya diversos gobiernos ajustadores como el de Macri o De la Rúa. Es decir, una funcionaria parte de “la casta política”, que busca ya en campaña captar el voto por derecha producto del descontento social con un discurso de mano dura y mayor ajuste.
Detrás de las falacias de Milei, lo cierto es que el diputado liberal es parte misma de esa casta política, sostenida a base de diversos privilegios, que está para defender y garantizar las ganancias de una minoría empresaria a costa de la cada vez más profunda pobreza y explotación de las mayorías.