Un nuevo 25N, nos encontramos en las calles, sin nada que festejar y todo por lo que organizarnos y luchar. La lucha de las mujeres no puede estar al margen de la tensa coyuntura nacional, que nos golpea doble o triplemente. Vivimos esta fecha, en primer lugar, con la zozobra de lo que ocurre hace 36 días con nuestras compañeras en Santa Cruz, quienes se encuentran secuestradas junto a todos los sectores populares, explotados y oprimidos, por un paro violento, racista, patronal, clerical y machista.
Denunciamos que, en este contexto, no puede haber una auténtica denuncia de la violencia patriarcal, sin una lucha férrea contra el avance de la ultraderecha cruceña y nacional. Quienes sostienen este paro, son los sectores parasitarios de empresarios millonarios de la gran agroindustria y de la banca, junto a todo un bloque conservador, las iglesias y grupos anti-derechos, además de los Comités Cívicos y su brazo paramilitar, la Unión Juvenil Cruceñista, por demás conocidos por sus acciones protofascistas. Han demostrado que su demanda por el CENSO solo fue el caballo de troya, para asestar un golpe político no solo contra la cúpula del gobierno del MAS, que viene claudicando de forma vergonzosa, sino contra el pueblo trabajador empobrecido, los pueblos indígenas, campesinos y las mujeres y las diversidades sexuales y de género. ¡Abajo el paro machista, racista, empresarial y clerical!
Este 25N, no podemos dejar de denunciar toda la violencia de este repugnante paro: una violación grupal en un punto de bloqueo, azotes contra mujeres ayoreas y quema de sus casas, interrupción forzada de la atención a víctimas de violencia machista, ataques contra espacios feministas como La Casa de la Mujer, agresiones contra mujeres humildes que no pueden dejar de trabajar día a día, obligándolas a parar a punta de chicotazos, amenazas contra compañeres de las diversidades y disidencias sexuales, entre otros brutales hechos como la quema y la toma de espacios obreros y campesinos, por grupos paramilitares. Todo ello, mientras los patrones no paran sus fábricas y engordan sus ganancias, aprovechando para explotar más a las trabajadoras y trabajadores en peores condiciones, con turnos cama adentro. ¡Justicia por todos los crímenes patriarcales y antipopulares, promovidos por Camacho y el Comité Cívico!
El MAS, desde su primera gestión, viene dando enormes concesiones a estos sectores oligárquicos, y desde el golpe de Estado, les ha favorecido con la impunidad ante diversos hechos como la Masacre de Senkata y Sacaba, lo que ha permitido su envalentonamiento e incluso ascenso al poder de estos culpables de crímenes de lesa humanidad como Manfred Reyes Villa o el fanático religioso empresario, Luis Fernando Camacho; o el acosador golpista de Iván Arias. Repudiamos las negociaciones del MAS, que solo favorecen a la ultra derecha: ¡Con nuestras vidas, nuestros muertos y nuestras luchas, no se negocia! ¡Abajo la complacencia masista con la ultraderecha golpista!
Mientras todo ello ocurre y desde el Estado se continúan levantando hipócritamente consignas como la “despatriarcalización”, estos sectores continúan avanzando obstaculizando nuestros derechos como el elemental derecho a decidir, por la penalización del Aborto. Peor aún, sectores conservadores presentan proyectos de Ley para imponernos mayores limitaciones a la ya muy precaria Ley 348.¡Se están atreviendo, por ejemplo, a proponer impedir el acompañamiento de activistas en audiencias públicas!
Todo ello mientras las mujeres víctimas de violencia, debemos peregrinar por justicia, frente a un sistema judicial mercantilista, patriarcal y de brutal impunidad y revictimización. Exigimos un Plan de Emergencia Nacional, que sea elaborado colectivamente con las organizaciones de mujeres y víctimas de violencia machista, que cuente con presupuesto suficiente y realmente contribuya a combatir esta cadena de violencias.
Ante ello decimos: ¡Justicia por todas nuestras muertas!, ¡Basta de impunidad!, ¡por las muertas por aborto ilegal, el Estado es responsable!, ¡separación efectiva de la Iglesia del Estado!
Denunciamos que diversos casos de víctimas de feminicidios y todo tipo de violencia, están quedando en la impunidad con la venia del Estado. Uno de los más alarmantes es el caso de María Fernanda Paucara, encontrada muerta en una celda policial. Hoy, pretenden liberar a los sospechosos del hecho, tras haber existido diversas demoras e irregularidades, en el proceso de investigación. La policía, aparato represivo del Estado, siempre cuenta con respaldo para quedar impune, no siendo el primer caso de violencia machista que han protagonizado. Por ello exigimos que las investigaciones de violencia machista salgan YA de la FELCV, para ser realizadas por un ente civil con toda potestad y presupuesto, compuestas por organizaciones de mujeres y DDHH vistas como idóneas. ¡Justicia por María Fernanda y todas las víctimas de violencia policial! ¡Abolición de la policía feminicida y represora!
Desde Pan y Rosas, advertimos que ningún derecho conquistado, es una garantía de por vida. ¡Lo que no avanza retrocede! Y en este contexto, con esta avanzada de la ultraderecha y con una falsa izquierda negociadora en el gobierno, nosotras tenemos todo que perder, si no nos organizamos para luchar.
Este 25N, lejos del rutinarismo, debe ser una invitación para fortalecer un gran, combativo e independiente movimiento de mujeres, construido muy democráticamente pero sin la atadura de ningún partido burgués de los que componen el régimen.
Impulsamos la lucha por este movimiento y, a la par, invitamos a las y les compañeres que deseen pelear desde el feminismo socialista, a sumarse a Pan y Rosas, por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres, como señala la revolucionaria Rosa Luxemburgo.
Pan y Rosas
La Paz, 25 de noviembre de 2022
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