Según recientes hallazgos mostrados en la Conferencia Europea de Cáncer de Mama en Barcelona, las mujeres que se les diagnostican bultos y protuberancias “inofensivas” en los senos tienen casi el doble de probabilidades de desarrollar cáncer.
En el estudio, del que participaron casi 800.000 mujeres españolas con edades de entre 50 y 69 años, que se habían sometido al menos una vez al cribado mamario entre 1996 y 2015, los investigadores vieron que las enfermedades mamarias benignas, como los quistes y otros cambios no cancerosos en el tejido mamario, destacan a las mujeres que son más susceptibles a desarrollar anomalías.
Por esta razón, los síntomas deben verse como una señal de cuidado y se deben brindar exámenes de detección más frecuentes a las mujeres con otros factores de riesgo, como antecedentes familiares de cáncer de seno. Pero esto desafortunadamente no sucede a falta de acceso a la salud pública y de calidad para muchas mujeres.
Especialistas en este estudio destacan la idea de un cribado mamario personalizado basado en los perfiles de riesgo individuales de las mujeres, y tras asegurar que “esto podría reducir estos daños y aumentar los beneficios al ayudar a garantizar que las personas con mayor riesgo reciban la detección y el tratamiento adecuados”, también hicieron hincapié en que “puede usarse este conocimiento, junto con lo que ya se sabe sobre otros factores de riesgo, para ayudar a optimizar el examen de mama que se ofrece a las mujeres”.
“Si a una mujer se le diagnostica una enfermedad mamaria benigna y tiene otros factores de alto riesgo, como antecedentes familiares de cáncer de mama, podría beneficiarse de exámenes de detección más frecuentes”, insistió un especialista.
Considerando este factor es importante poner más atención a estas mujeres y más si no cuentan con alguna afiliación; y si son derechohabientes no basta, ya que la atención no es de calidad debido a los insuficientes recursos destinados a salud y producto del desmantelamiento del sector generado desde sexenios pasados en nuestro país.
Con programas de detección personalizados en mujeres con padecimientos como quistes y bultos benignos, y considerando otros factores de riesgo, incluidos los genes, la edad, el estilo de vida y los antecedentes familiares, esto puede ayudar a identificar quién podría tener un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad.
Necesitamos más financiamiento a la investigación de esta enfermedad y de otras, mayor presupuesto a la salud para reducir las altas cifras de muertes en las mujeres a causa del cáncer de mama; más atención y acceso a pruebas para las mujeres con factores de riesgo; en mujeres sanas, la prevención y la detección precoz y oportuna.
Para que se destine mayor presupuesto al sector salud y a otras necesidades sociales, los recursos se podrían obtener del no pago de la deuda externa y reorientando lo que se destina a la militarización y los megaproyectos.
Luchemos por esta demanda movilizándonos en las calles, las mujeres trabajadoras y las más pobres, junto a nuestros compañeros y con el sector salud al frente. |