Hoy es el día de los derechos humanos,
derechos blancos de derecha,
en países negros e indios
donde un hombre muere frente a la puerta del hospital
y una mujer trans se quita el esmalte de uñas en el baño,
para poder lucir el uniforme del ejército.
¿Derechos para qué humanos?
¿para los activistas que viajan por el mundo en nombre de las abominables dictaduras de izquierda?
¿para los cientos de humanos que callaron ante las injusticias y migran en nombre de una dictadura que nunca les tocó?
¿para los presos bajo la política de cualquier color?
¿para los periodistas que toman vino de lujo gracias al último flashazo a la pobreza?
¿para mi veci indígena con su bebé a cuestas, que vende sus verduras lindas en el semáforo?
¿para los muchachos encerrados en estado de excepción?
¿para mis compañeros que en Cuba van a las universidades sin costo y luego les cobran con censura?
¿para los que venimos de un país contradictorio y amargo
donde la policía política nos escolta a cada evento público, pensado para la libertad y normado por el único partido que conocemos?
¿para los ahogados en el Mediterráneo o en el Caribe?
Derechos que son derechos, desde que murieron suficientes europeos blancos.
No hubo derechos humanos para los indios en la conquista,
ni para África saqueada
y tratada como a un perro,
los perros tienen más derechos que la mujer indígena que vende verduras lindas en el semáforo
¿y tú,
blanca,
tú linda y burguesa,
te atreves a hablar de derechos?
Lisbeth Moya González
Sábado 10 de diciembre con el puño en Quito y la cabeza en Cuba |
