Esta semana se llevaron adelante las reuniones entre el oficialismo(FA-PC- ex concertación) y la oposición(Derecha, donde se buscó resolver un nuevo mecanismo para poder reformar la actual constitución.

El presidente Gabriel Boric se refirió a la negociación entre los representante de los partidos de los 30 años, afirmando que "Es preferible un acuerdo imperfecto, que no tener". Esto como se puede ver, le da un terreno enorme a la derecha para poder seguir presionando a que el acuerdo que logre firmarse, sea aún mucho más moderado que el acuerdo por la paz. Recordemos que el acuerdo por la paz fue un acuerdo con el objetivo de salvar a Piñera y los pilares del régimen pinochetista, en medio de la rebelión política mas grande de los últimos 40 años.

La intransigencia de la derecha se vio expresada mayormente a través de las palabras del presidente de Renovación Nacional, Francisco Chahuán, “RN se va a jugar por un órgano mixto sí o sí. Primero porque es señal de moderación, segundo porque no estamos dispuestos a repetir un nuevo fracaso constitucional, y que la historia nos recrimine como los ensayos constitucionales fallidos (...) Creemos, sin lugar a dudas, que el aporte de los expertos es fundamental”.

Por su parte el nuevo partido en formación, amarillos por Chile a través del único diputado que tiene, Zarko Luksic, afirmo que “Nos hicieron una propuesta que no pudimos aceptar. Nosotros seguimos insistiendo que los expertos tengan derecho a voto tanto en las comisiones como en el pleno y ellos proponen que los expertos solamente tengan una tarea muy incidental”.

Es decir, los sectores de derecha más conservadores vienen ofensivamente planteando una línea al gobierno para que al acuerdo que se llegue, sea lo más antidemocrático posible, y donde puedan tener mayor poder de intervención si ven que se pone en peligro la constitución pinochetista. Esta presión ha tenido sus frutos, ya que la propuesta del oficialismo es de 70 integrantes electos y 30 expertos quienes podrían votar, pero dentro del proceso de armonización.

Claramente lo que se viene decidiendo sobre un nuevo proceso constituyente, va en detrimento de las grandes mayorías, quienes cada vez tendrán menor participación, quedando todo en las manos de los expertos que elegirán los partidos tradicionales.

Este lunes a las 8 de la mañana volverán a reunirse los representantes de los partidos, pero nada bueno puede salir de una junta entre cuatro paredes donde con quien se negocia es la derecha. Desde ya que el único camino para poder conquistar una asamblea constituyente realmente libre y soberana se realizará bajo una gran movilización y huelga general, donde se puedan poner al centro y sin ninguna restricción, las demandas más profundas que peleamos en la rebelión, como el NO+AFP, la nacionalización de los recursos naturales, educación y salud gratuita y de calidad, etc. No podemos confiar en un proceso completamente fraudulento que se modera cada día más, incluso antes de estar completamente cocinado.