El mismo lunes se cumplieron once años del asesinato de Jorge Alexis Herrera y Gabriel Echeverría de Jesús a manos de la policía estatal en la Autopista del Sol, también estudiantes de la Normal Rural Isidro Burgos, por lo que los normalistas habían asistido a Chilpancingo a una movilización para exigir justicia.

Cuando los estudiantes se encontraban de regreso a la normal fueron perseguidos, interceptados y agredidos con armas de fuego por elementos de la policía estatal, de lo cual resultaron dos normalistas heridos.

El sacerdote Filiberto Velázquez, quien ofició la misa por los normalistas asesinados en el 2011, desmintió las declaraciones de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) en las cuales afirman que los estudiantes de Ayotzinapa habían retenido a policías e iniciado las agresiones para justificar los balazos.

La SSP también aseguró que antes de abrir fuego contra los normalistas, estos habrían chocado intencionalmente contra una patrulla, lo cual se evidencia como falso a través de los videos difundidos en redes.

Este ataque sucede a menos de dos meses de la brutal represión ejecutada por la Secretaría de Seguridad Ciudadana hacia las normalistas en Panotla que costó la vida de una de ellas, lo cual despertó un amplio repudio por distintos sectores del país. Así se evidencia que lejos de lo que prometió la 4T, el asedio a las normales rurales se mantiene, con recortes presupuestales y a base de la represión.

Realizaron una conferencia de prensa en la que denunciaron que este acto se suma a otros episodios represivos para los cuales no ha habido justicia.