El pasado 12 de Diciembre se daba en el Congreso de los Diputados la desestimación de enmienda propuesta por el PSOE para ampliar la influencia de jueces y progenitores al ponerlos como autorizantes de la identidad de les menores trans.
Esta desestimación dada no solo por sus socios de gobierno sino por otros miembros del congreso como EH Bildu, PNV, Junts y ERC, supone incluir dentro de la ley que a partir de los 16 años cualquier menor podrá cambiar el sexo de su DNI sin ningún tipo de aval legal, ningún juez o adulto podrá decidir sobre la identidad de cualquier niñe.
UP ha seguido aceptando el acuerdo de gobierno sobre la ley trans afirmando que “No entendemos que pueda existir en este proceso parlamentario retroceso alguno sobre el texto. El deber que tenemos es el de hacer mejores las leyes, nunca que vayan para atrás”, (Sofía Fernández Castañón, diputada por UP) a pesar de los recortes absolutos que las exigencias del PSOE habían supuesto para la ley.
Por su parte las ministras más conocidas del gobierno, Yolanda Díaz e Irene Montero, aplauden el avance que supone esta ley. La primera hablaba como esta ley consigue avalar los derechos trans y que era el Congreso el que concedía estos avances. Mientras la segunda relataba sobre el apoyo de la ley por una supuesta “mayoría feminista” en el congreso.
A ambas parecen olvidárseles dos hechos diferenciales que giraban en torno a esta ley, el primero de ellos que la única razón para que esta ley llegase al congreso y sin que el PSOE recortase la ley hasta convertirla en humo no fue su insistencia en el congreso como ministras sino las movilizaciones que se han ido dando de manera continuada en España para el apoyo y defensa de la ley sin recortes. Por otro lado esa “mayoría feminista” dista bastante de la realidad puesto que a pesar de un apoyo más coyuntural que realmente voluntario ese feminismo parlamentario dista mucho de la realidad del día a día cuando Delegación del Gobierno en Madrid intento prohibir la manifestación del 8M en 2021 (y lo desafiamos), vaciar de fuerza y contenido los paros y marchas del 8M e, incluso, las propias movilizaciones y organización del 8M, feminismo ¿sí? pero solo para los ministerios.
Esta ley si supone un avance para el colectivo LGTB, especialmente para el sector más precario y discriminado, el sector trans. Pero no nos engañemos esta ley sigue sin salir adelante, queda recortada y su efectividad queda en manos de servicios sociales precarizados.
Aún está por ver cual será el estado en el que deja la ley a personas migrantes y menores de 14 años, así como a las personas no binarias que también forman parte no solo del colectivo LGTB sino que además son parte de la T en este colectivo. Si bien UP quiere incluirlo, está por ver si están dispuestos a cuestionar la estabilidad de su gobierno por los derechos de las personas no binarias. No estaban dispuestos a romper nada con el PSOE por masacres en la frontera o mantener la Ley Mordaza, así que no parece muy probable.
Se sigue sin ver intención alguna de la incorporación del cupo laboral trans sin compensación económica a las empresas, que debería ser prioridad siendo que la comunidad trans cuenta con una tasa de paro de lo más amplia, situándose en España en el 80%. Esta ley, que sigue sin aprobarse, no tocaría a la patronal su sagrado derecho a discriminar, ni un céntimo de sus bolsillos.
Ni que decir cabe de aumentar la inversión en sanidad, que además queda recortada en comparación con el año pasado debido a la inflación y la preferencia que se les han dado a los presupuestos militares. Lo que lleva también a los graves problemas de acceso a hormonación y operaciones de reasignación a las que se enfrentan personas trans continuamente, sin mencionar por supuesto el difícil acceso a atención psicológica que en su mayoría también medicalizan la identidad de les pacientes.
Por supuesto el gobierno sigue sin plantear una educación sexual íntegra y obligatoria desde temprana edad que muestre la diversidad sexual y de género. Pero mantiene los tratados y las buenas relaciones con la Iglesia que es de los principales sectores influyentes en el ambiente educativo teniendo cientos de centros educativos a su nombre en los que extienden sus ideas reaccionarias.

Por último, pero no menos importante, sigue sin entablarse una conversación sobre la exclusión de las personas migrantes ante esta ley, ya que se adapta al aparato racista y criminal de CIEs, leyes de extranjería, fronteras asesinas y deportaciones. Les migrantes seguirán siendo excluidas de la ley trans pero ¿qué esperar de un gobierno que aplaude muertes en Melilla? ¿qué esperar de este gobierno que felicita a Meloni por ser la primera presidenta de Italia? ¿qué esperar de un gobierno que no muestra ni un atisbo de preocupación por los trabajadores muertos en la construcción del estadio de Qatar? ¿qué podemos esperar de unos social-liberales que muestran apoyo a Israel y Marruecos en sus tramas colonialistas?

Si bien la Ley Trans sería un pequeño avance para el colectivo sigue siendo la muestra de, primero, como solo a través de la lucha de los colectivos oprimidos pueden arrancarse pequeños avances de las garras del capitalismo; y, segundo, que mientras mantengamos un sistema que se aprovecha de la discriminación, exclusión y explotación de personas trans, migrantes y el resto de sectores oprimidos que conforman también a la clase trabajadora solo podremos dar mínimos pasos hacia delante que encima serán reapropiados por partidos integrados en el capitalismo o barridos si es necesario para contentar a la extrema derecha. Solo nos queda organizarnos y seguir luchando hasta conseguir la emancipación de las personas trans de la mano con el resto de la clase trabajadora.