Luego de la reunión de dos días del Comité de Mercado Abierto de la Fed (FOMC, por sus siglas en inglés), la autoridad monetaria informó en un comunicado de prensa una nueva suba en la tasa de referencia. La séptima desde marzo que lleva al rango objetivo entre 4, 25 - 4,50 %.
Se trata de una decisión esperada, porque el rumbo adoptado por la Fed ha sido el de una política monetaria contractiva con el fin de combatir la inflación. En esta oportunidad tuvo lugar una ralentización en la suba ya que fue de 0,50 puntos porcentuales, venía subiendo en 0,75 puntos porcentuales sus tasas en las últimas cuatro reuniones de política monetaria, un incremento de una magnitud sin antecedentes desde 1994.
“La inflación sigue siendo elevada, lo que refleja los desequilibrios de la oferta y la demanda relacionados con la pandemia, el aumento de los precios de los alimentos y la energía y presiones de precios más amplias...La guerra y los eventos relacionados están contribuyendo a la presión al alza sobre la inflación y están pesando sobre la actividad económica mundial, se lee en el comunicado.
Y basados en este contexto sostienen que “los aumentos continuos en el rango meta serán apropiados para lograr una postura de política monetaria que sea lo suficientemente restrictiva para regresar la inflación a 2 por ciento en el tiempo".
Algunos efectos en Argentina
Para los países no imperialistas, las consecuencias pueden ser peores. Se restringe el acceso al crédito externo y aumenta el costo de la deuda en dólares. Siguen las malas noticias para Argentina que se encuentra en un programa de Facilidades Extendidas con el FMI, por la fraudulenta deuda USD 44 mil millones contraída por el macrismo.
También se refuerzan los incentivos de los capitales especulativos para desarmar sus inversiones en pesos y dolarizarse. Esto aumenta las presiones sobre el tipo de cambio. En este momento de bajas reservas y creciente brecha cambiaria, suma presión sobre el ritmo de la devaluación en el país.
Las expectativas de devaluación, alimentan la dinámica inflacionaria general que no se desacelera y en 2022 se acercaría a 99 % según proyecciones de los “mercados”. La calificadora de riesgo Moodys recomendó una vez más para 2023 la “unificación de los tipo de cambio” en el país. Otra presión de los especuladores.
Por otro lado, la desaceleración del crecimiento en Estados Unidos influye al resto de los países del globo, poniendo en peligro los puestos de trabajo y los ingresos de millones de personas. Estando Argentina especialmente expuesta por los lazos de sometimiento con el FMI.
Las medidas confirmadas por la FED que serán de mediano plazo puede empeorar la frágil situación de la economía argentina. La deuda externa es un mecanismo de sometimiento por eso para que la crisis no recaiga sobre el pueblo trabajar es necesario terminar con el acuerdo de entrega denunciando el plan de ajuste del Gobierno y el Fondo.
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