Tras la derrota ante Argentina en la final de la copa del mundo de Qatar 2022, la selección francesa de fútbol no tendrá finalmente un recibimiento de los aficionados este lunes en la plaza de la Concordia de París. El anuncio lo realizó el presidente de la Federación Francesa de Fútbol (FFF), Noël Le Graet.
Los jugadores "prefieren volver a su casa esta misma noche" después más de un mes de concentración y competición, explicó Le Graet, quien consideró ese deseo "perfectamente lógico".
En unas declaraciones telefónicas al canal televisivo BFM TV, Le Graet dejó claro que los futbolistas franceses "no están de humor" para un evento público tras la derrota de ayer en la fase de penales frente a Argentina, aunque reconocen el cariño de los aficionados.
Hubo anuncios cruzados que generaron cortocircuitos. El recibimiento de los aficionados a los jugadores que acaban de proclamarse subcampeones del mundo había sido anunciado a primera hora de la mañana por la ministra de Deportes, Amélie Oudéa-Castéra.
Los jugadores "quieren dar las gracias a los aficionados, es muy importante para ellos", había señalado Oudéa-Castera en unas declaraciones a la radio France Inter.
Preguntado por esas palabras, Le Graet se limitó a decir de forma escueta que no estaba en contacto con la ministra, negando sus afirmaciones.
El anuncio de la ministra estaba en línea con la sobreexposición del presidente francés, Nicolás Macron, durante la final de este domingo, generando incluso un visible malestar entre los jugadores. Tras la derrota, Macron saltó literalmente a la cancha para presentarse junto al equipo y, en particular, a la estrella Kylian Mbappé. Lo abrazó mientras lloraba en el medio del campo, luego participó de la ceremonia de entrega de premios, y se mostró en varias oportunidades hablando al oído de Mbappé.
Más tarde, dio un discurso ante los jugadores en el vestuario en medio de un clima de derrota e intentando mostrarse con la moral alta sin poder evitar las frases huecas y todo tipo de clichés. La imagen del vestuario termina con un Macron agarrando del cuello de forma algo brutal al director técnico Didier Deschamps.
Esa sobreexposición de Macron, buscando ubicarse por arriba de la derrota y alentando a los jugadores no fue más que un intento, fallido por cierto, de instrumentalizar la performance de la selección francesa en medio de la resistencia dentro del país a su intento de pasar una reforma previsional absolutamente impopular, que busca aumentar la edad de jubilación.
Toda la actuación de Macron cayó mal, y los jugadores que vienen de sufrir una derrota ya quieren cerrar el momento.
A las maniobras de Macron, se suma la crisis dentro de la FFF que genera desde hace meses roces entre la ministra de Deportes y Noël Le Graet, sobre todo a cuenta de las denuncias contra el presidente de la FFF por parte de varias empleadas de la institución por acoso sexual, y que han dado lugar a una investigación administrativa por un órgano de inspección gubernamental.
Le Graet, de 80 años, dijo también que hablará "lo antes posible" con el director técnico, Didier Deschamps, para discutir la posible continuidad del técnico, cuyo contrato concluye a finales de este mes. |