Lugano 1 y 2 uno de los barrios porteños de laburantes salió a la calle a festejar el triunfo de la selección. Abuelas, familias, muchachos ilusionados, las chicas del barrio, los pibes del potrerito, todos juntos en un gran festejo. Lo mastodontes edificios grises sonrieron y se vistieron de celeste y blanco, una alegría necesaria, que el futbol les dio a un pueblo que la viene remando luego de años de pandemia, con los sueldos que no llegan a fin de mes y un ajuste que se siente en los cuerpos.
Lugano esta feliz, el país está feliz.
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