El sector de Quintero-Puchuncaví es la zona de sacrificio por excelencia de la V región y cumple un rol estratégico a nivel nacional, al descarga, almacenar, producir y distribuir la energía que ilumina, comunica, calefacciona y mueve a la zona central de Chile, especialmente la Región Metropolitana. Fuente - La Bahía on Line - https://labahiaonline.cl/zona-franca-energetica-para-quintero-y-puchuncavi/

Los niveles de contaminación y el daño ambiental en la zona exceden hace ya tiempo los límites a la salud humana y ecosistémica y las regulaciones estatales no son suficientes en tanto se siguen permitiendo la emisión de material particulado, la emisión de gases tóxicos y los derrames de combustibles, cuyos responsables permanecen impunes. A esto se suma este nuevo incendio en las correas transportadoras con enormes cantidades de caucho sobre ellas, que no hace más que seguir aportando a la contaminación de la zona.

Se hace urgente que los empresarios se hagan cargo de los costos de la crisis socioambiental, que sean ellos quienes paguen la crisis económica y no los trabajadores, que como en Puchuncaví, debemos cargar con toda la contaminación ambiental en nuestro día a día, además de sus costos económicos. Es responsabilidad de los empresarios, que prefieren no realizar mantenciones a los equipos con tal de no pagar un poco extra a un técnico o que con tal de aumentar la producción, fuerza a las maquinarias de su propiedad a que se sobrecalientan, poniendo en riesgo incluso a los mismos trabajadores que ha contratado.

Casi 20 empresas son responsables de la contaminación en la bahía de Quintero-Puchuncaví y ninguna se ha hecho cargo de los costos ambientales de sus funciones, que deben pagar la población de estas comunas. Son los pescadores artesanales quienes limpian la bahía cuando hay derrames de petróleo, son los colegios y liceos los que cierran cuando una fábrica expulsa gases tóxicos a la atmósfera, son las comunidades las que luchan contra la instalación de proyectos inmobiliarios en los bosques y humedales naturales de la zona, son las comunidades las que respiran dia a dia los gases tóxicos de su industria y los que frente a emergencias como la de viña del más ahora presentan puntos de acopio en solidaridad.

Más no así, los dueños de estas empresas se encuentran en la comodidad de sus casas, respirando aire limpio lejos de la industria. Es necesario que la gran mayoría, entre trabajadores y comunidades, tomen control de que se quiere o no producir en la zona de Quintero-Puchuncaví, de que medidas se toman en la mantención de los equipos necesarios, que decidan en conjunto quienes se harían responsables de limpiar o prevenir los accidentes ambientales que puedan ocurrir, que administren los recursos para su distribución y para la inversión en la tecnología necesaria para una matriz sostenible y para suplir sus necesidades. Esos recursos están actualmente, a nombre de los mismos que se enriquecen a costa de nuestra salud y nuestras tierras, de quienes no quieren invertir en la reconversión tecnológica, de quienes no respiran los gases contaminados de la industria, de quienes no son explotados día tras día para poder subsistir.

Esto debe parar. Renacionalización de la industria bajo control de sus trabajadores y las comunidades e impuesto a las grandes riquezas para financiar:

1. La reconversión tecnológica de toda la matriz productiva;
2. Plan de emergencia para las familias damnificadas por los incendios forestales e industriales, ligado a un plan de viviendas organizado por profesionales, por las comunidades locales y los trabajadores de la construcción, sin involucramiento de las inmobiliarias;
3. Financiamiento integral a bomberos, más la preparación de infraestructura de emergencias y la mantención adecuada de las obras de electricidad y de equipos industriales para la prevención de riesgos.

¡No más inmobiliarias ni forestales sobre terrenos quemados! ¡No más capitalistas sobre los bosques nativos! ¡No más capitalistas sobre nuestras bahías!