Este miércoles hubo una nueva manifestación en las puertas del edificio histórico con la consigna “por una navidad con nuestro edificio”. El miércoles pasado se habían movilizado hacia el Consejo Escolar, el Concejo Deliberante y el municipio. El pedido fue claro: que el edificio se declare como bien público y se devuelva a la escuela.
Con carteles y banderas, esta vez colocaron un arbolito de navidad donde la comunidad dejó el mensaje con su mayor deseo, recuperar su edificio histórico.
Con un micrófono abierto, informaron que seguirán solicitando explicaciones a las autoridades educativas provinciales a cargo del gobierno de Kicillof, sobre el cartel de venta en el edificio, ya que las mismas se habían comprometido a llevar a cabo las gestiones necesarias para que la escuela volviera a funcionar en el edificio de Libertador, donde lo hizo durante 60 años. Sin embargo, no cumplieron y ahora está en venta con el cartel de la inmobiliaria Cocuzza, cuyo dueño es concejal de Juntos por el Cambio, pero parece que sus negocios están primero que la educación pública.
Pero además, cansados de tantas promesas incumplidas, cuentan que en el 2013 se sancionó en la legislatura provincial la ley 14.452 que declaró de bien público el edificio, dando lugar a su expropiación en un plazo de 5 años. Pero vergonzosamente, ni el gobierno de Scioli en su momento, ni el de Vidal posteriormente, lo llevaron adelante, permitiendo el vencimiento del plazo prescripto por la ley. Antecedente que a pesar de la clara falta de voluntad política, es tomado como ejemplo por la comunidad, de que el objetivo de restituir el edificio es posible.
Denunciaron también las condiciones en las que se encuentran en el actual edificio alquilado de la calle Balbin, donde se suponía que sería un traslado provisorio y con las condiciones adecuadas a una escuela. Pero nada de eso sucedió.
Una preceptora contaba a la comunidad que con el cambio de edificio, la matrícula se redujo de más de 1000 alumnos a 570 y encima con sus estudiantes divididos en 3 escuelas, porque no realizaron las aulas que dijeron. Por eso “los 6tos años cursan en la escuela de ’artes y oficios’ y el Cens en la escuela 45. Pero además, nos encontramos con grietas en los techos, aulas pequeñas sin ventilación, sin patio ni espacio suficiente y durante el invierno se tuvo que suspender las clases por faltas de calefacción, nos dejaron los agujeros en las paredes pero nunca trajeron las estufas y no se cuenta con gas”.
Las docentes comentaron que realizaron una asamblea de la escuela para definir cómo continuar la pelea. Allí debatieron las acciones con el objetivo de evitar la venta del edificio y recuperarlo para la escuela. Se definió solicitar explicaciones a Inspección y a la Dirección General de Cultura y Educación, ya que se habían comprometido respecto de la recuperación del edificio histórico y pasado todo el año, ahora tiene un cartel de venta. Se puso sobre la mesa, la responsabilidad de las autoridades provinciales que fueron quienes declararon como “Inhabitable” al edificio, pero en vez de destinar presupuesto y hacer las obras para la escuela, terminaron desalojando y realizaron el traslado de la escuela.
Se intercambió realizar pedidos de información oficial al Municipio para conocer los pasos llevados adelante para que la escuela se mantenga en su lugar y solicitar que se declare "edificio histórico" y no sólo "fachada", por la importancia en términos educativos, simbólicos y culturales que representa la institución de la EES N°17. Se debatió sobre la ausencia de los sindicatos docentes y en especial el Suteba de Merlo, por lo cual se definió exigir de diversas maneras que se involucren en esta pelea, al mismo tiempo que las y los docentes presentes en la asamblea se pronunciaron a favor de mantener las acciones mediante marchas, cortes y convocatorias propias.
La lucha por recuperar el edificio de la 17 ya lleva varios años y cuenta con el apoyo de la mayoría del pueblo de Merlo que no quiere perder su escuela histórica. Pero en las últimas semanas la pelea volvió a resurgir ante la indignación que generó ver el cartel de venta en la fachada del edificio. Para colmo ese cartel tiene la cara del concejal Cocuzza de Juntos, quien prioriza sus negocios inmobiliarios, en vez de accionar para que el Estado la declare como bien público.
“Yo no sé si los gobernantes mandan a sus hijos a la escuela pública, pero nosotros sí”
El anterior miércoles entrevistamos a estudiantes de la Secundaria 17 y el CENS 467.
Al respecto Fabiola, presidenta del centro de estudiantes de la 17, nos contaba: "El edificio de Balvin donde estamos estudiando a muchos chicos les queda lejos. Tienen que caminar más de 10 cuadras extras todos los días para llegar a la escuela. Y encima en el invierno suspendieron las clases por falta de estufas".
Rocío, su compañera, completaba “y además muchos estudiantes nos vimos afectados porque, aparte de la pandemia, durante un año no tuvimos nuestro edificio y no pudimos venir a que los profesores nos expliquen y muchos se atrasaron o repitieron”.
Inés, alumna del CENS 467, por su parte agregaba: “nos duele ver que el edificio está en venta. Tanto nosotros como los adolescentes estamos cursando en lugares prestados. Yo no sé si los gobernantes mandan a sus hijos a la escuela pública, pero nosotros sí. Les pido que reflexionen y nos devuelvan el edificio”.
La comunidad educativa de la 17 sigue organizada y movilizándose. Y cuenta con el apoyo de gran parte de la comunidad, vecinos, familias, docentes y estudiantes de otras escuelas del distrito hacen llegar su apoyo, ex estudiantes de la histórica institución y diversas organizaciones docentes y estudiantiles como el Centro de estudiantes de la 16 de Merlo, así como organizaciones de izquierda dan su apoyo. También se hicieron presentes el Concejal David Maidana del PTS en el Frente de Izquierda, quien se hizo eco del reclamo en la última sesión del Concejo Deliberante y Flavia Tesone, concejal del PO por el mismo bloque.
Por eso van a seguir peleando hasta conseguir su objetivo: que la educación pública sea una prioridad y tengan su edificio histórico, para que funcione como la escuela pública que supo albergar a tantas generaciones.