La diputada del PTS-Frente de Izquierda reflexionó sobre las condiciones en las que viven millones de personas en el país por las políticas atadas al FMI. Los desafíos del FITU, la “polarización asimétrica” entre derecha e izquierda y la disputa por la Coparticipación que no le resuelve nada al pueblo trabajador.
Este miércoles Myriam Bregman, diputada nacional del PTS en el Frente de Izquierda y de los Trabajadores Unidad (FITU), dio una entrevista al periodista Jorge Fontevecchia en el canal Net TV. Allí conversaron de diversos temas, desde la disputa por la Coparticipación entre el gobierno nacional y el porteño hasta las aspiraciones de la izquierda de cara al año 2023.
Las definiciones centrales de Bregman
Coparticipación
“Hay dos planos en la discusión de la Coparticipación. Uno político, que es lo que se discute, sobre por qué la Corte Suprema puede tener semejante poder de decisión, algo que se ha acrecentado en el último tiempo con una enorme intervención política en asuntos centrales. Y por el otro lado, la utilización que de una de esas resoluciones se hace, tratando de volver a poner el escenario político en la polarización entre las dos principales coaliciones”.
“Esas dos coaliciones no han tenido grandes diferencias políticas en el Congreso de la Nación sobre los temas centrales, como el acuerdo con el FMI o beneficios para las grandes patronales. Ninguna de las dos cuestiona el ajuste brutal que está llevando adelante Sergio Massa, que se ha vuelto ‘innombrable’. Nadie dice nada y él sigue batiendo récords de ajuste en las cuentas públicas, entregando $ 600.000 millones a los exportadores sojeros. Pero de todo eso no se habla y se arma una gran batalla política, que tiene mucho de humo electoral, alrededor del tema de la Coparticipación”.
“Yo no creo que estemos en una pelea entre unitarios y federales, como algunos la quieren presentar. Más bien lo que estamos viendo es que, mientras hay acuerdo en la orientación general de la economía, en pagarle al Fondo Monetario, en que cinco puntos del PBI se vayan en beneficios a las grandes patronales; por el otro lado se arman disputas alrededor de temas como éstos”.
“Nuevas” derechas y polarización asimétrica
“Estas nuevas derechas, ante todo, son una radicalización de la derecha. Se derechiza la derecha, si se me permite la expresión. Trump ganando un sector del Partido Republicano. Bolsonaro ya era un personaje conocido en Brasil. Son sectores de la derecha que se van radicalizando”.
“Creo que a Milei también lo acompaña la radicalización de un voto de derecha a partir del fracaso de la empresa neoliberal que propuso Mauricio Macri. No es que ellos proponen ‘menos ajuste’, sino que tienen un programa ultraconservador. Milei dice, prácticamente, que hay que cerrar las escuelas públicas y entregar un boucher, que hay que terminar con la salud pública, no dio quórum porque está en contra que haya jubilaciones para aquellas personas que, producto de la enorme precariedad laboral que hay en la Argentina, llega a la hora de jubilarse y no pueden hacerlo. Es decir que tiene un programa ultraconservador, que se grafica en una imagen cuando dice ‘mi ídolo es Cavallo’. No está proponiendo nada nuevo”.
“La derecha española de Vox reivindica a Franco y Milei no tiene vergüenza de ir y ponerse en un acto donde se reivindica y se cantan canciones por la dictadura franquista. Milei es un fanático de todo el ciclo financiero de la economía y con Vox un poco se tuvo que callar la boca en España. Pero que algunos puedan nombrar menos el neoliberalismo no los hace mejores, sino que los hace hábiles”.
“En Argentina venimos de un fenómeno diferente, con años del gobierno del Frente de Todos. Entonces Milei busca un poquito más en el pasado lejano, ya que mucho de los votantes de hoy no vivieron el menemismo o por lo menos no sufrieron sus consecuencias económicas directas, porque eran muy chicos. Pero la derecha es la derecha, quiere más desigualdad y eso no se puede obviar”.
“No estoy hablando sólo de economía. Estoy hablando también de la crisis ambiental que estamos viviendo, con estos extremos de calor e incendios en algunos lugares del mundo y Estados Unidos congelándose. Como dicen los pibes en las marchas, no hay planeta B. Esto es lo que el capitalismo está haciendo con el mundo. U ofrecemos otra alternativa, una idea de futuro para toda esa juventud, que tiene que ser categóricamente cambiando este sistema, o podrán seguir haciendo demagogia tranquilos estos personajes como Milei y demás”.
“Nosotros hablamos de una polarización asimétrica. Así como surgieron esos fenómenos de derecha en el mundo, surgieron otros que tendríamos que analizar, que no son precisamente de izquierda pero sí son fenómenos neorreformistas. Está Syriza en Grecia, Podemos en España, Melenchon con excelentes elecciones en Francia. Me parece que también hay un sesgo de ver solamente ese crecimiento político por derecha, pero también se ha dado todo un fenómeno de cuestionamiento de las políticas neoliberales de lo peor del capitalismo, que en nuestra Argentina se expresa con el Frente de Izquierda, que en las últimas elecciones fuimos la tercera fuerza electoral en el país”.
El peronismo y el futuro
“Ayer la escuchaba a Cristina Fernández de Kirchner. ¿Cuál es la idea de futuro que te ofrece el Frente de Todos? Quejarse, pelearse entre ellos, decirse ‘vos sos más malo, vos sos más bueno’. ¿Cuál es la idea de futuro si Massa está ajustando y nadie dice nada? Creo que en Argentina, y en el mundo obviamente, vamos a una discusión muy interesante, porque la derecha propone medidas horrorosas pero del otro lado se propone defender un estatus quo que, obviamente, no lleva a nada”.
“Ningún joven puede querer militar el ajuste ni decir ‘yo milito el status quo del Frente de Todos contra la derecha’. ¿Qué está militando? ¿Un 40 % de pobreza, un 50 % de pobreza infantil? Estamos en un momento muy crítico”.
“Hay sectores que se habían ilusionado con que el Frente de Todos podía resolver algunos de los problemas que había dejado el macrismo y que ahora dicen ‘no, no, la salida no es por derecha’ y ven a la izquierda como una opción”.
“Es muy difícil predecir el futuro del kirchnerismo y del peronismo, porque estamos en un momento crítico, en una bisagra, porque están gobernando y aplicando un ajuste como pocas veces se vio. Esa ‘insatisfacción democrática’ de la que hablaba Cristina Fernández ayer, para mí no sólo tiene que ver con el rol que está cumpliendo el Poder Judicial. Hay una insatisfacción democrática que fundamentalmente tiene que ver con un fracaso económico estrepitoso, con un incumplimiento total de lo que fueron las promesas electorales”.
“Hablo de lo que decía Cristina Kirchner como también de aquellos movimientos sociales que se integraron a este gobierno diciendo que no iba a pagar al FMI, que con este gobierno íbamos a llenar la heladera. ¿Dónde está la heladera llena? ¿Dónde está el cuestionamiento al pacto que firmó Macri, totalmente ilegal e ilegítimo, con el FMI? Si lo estamos pagando, si se ató toda la economía el pago al Fondo Monetario, si en el propio proyecto de presupuesto que mandó Sergio Massa este año al Congreso nacional, en la página tres, ya te ponían que ‘todo lo que se diga tiene que ser acorde con lo que se acordó con el FMI’”.
“Ese incumplimiento total del contrato electoral lleva a estas crisis que estamos viendo hoy. No es que se pelean por la sucesión de un gobierno exitoso, no es que hay una insatisfacción democrática solamente por el rol que cumple el Poder Judicial (que yo lo cuestiono muchísimo)”.
Insatisfacción y fuerza social
“La clave es que hay un pueblo trabajador que no da más, que no llega a fin de mes, que cada día ve que vive peor que sus padres y el doble de peor de lo que vivieron sus abuelos que por ahí se podían comprar una casita o un auto. Me parece que la insatisfacción es esa. Y es profunda. De la dictadura para acá aumentó la pobreza del 4 % al 40 %. ¿Cómo puede ser que nadie hable de eso?”
“No me gustan ni los pronósticos en el fútbol ni los electorales, je. Lo que hay que hacer es dar la pelea por mostrar que la izquierda es la única que puede presentar una idea de futuro, que puede presentar un programa y una acción para terminar con las consecuencias del ajuste que hoy se está viviendo. Y que la fuerza social está, que no son ideas nuestras”.
“En este país, más muestras de fuerza social para pelearla no se pueden dar. Lo vimos hace poco, por poner un ejemplo de los más actuales, con médicos y residentes de la Ciudad de Buenos Aires y en distintos lugares del país, una persistencia de la lucha, una claridad en las demandas, una defensa de la salud pública a la par que defendían su salario, que realmente a mí me parecen ejemplares”.
“Cuando yo veía a los y las pediatras del Garrahan en una marcha, explicando por qué es importante conservar los mejores médicos para el hospital público y por qué eso era fundamental para la vida de los niños y niñas pobres de este país, a mí me emociona. Ahí hay una fuerza social, hay una conciencia de cuál es la perspectiva por la que tenemos que pelear”.
“Pero por el otro lado tenés a toda una dirigencia sindical que mira para otro lado. No hubo dirigentes sindicales presentes en la marcha de salud de la Ciudad de Buenos Aires. Fíjate en Google ‘foto referentes y dirigentes sindicales presentes’... No vas a ver más que algunos diputados y referentes de la izquierda que fuimos a acompañar. ¿Por qué? Porque están de acuerdo en lo fundamental, porque no hay salud pública con el Fondo Monetario”.
“Tenemos el desafío de mostrar que hay otra alternativa, que hay que terminar con las irracionalidades del capitalismo. No puede ser que el 30 % de la comida que se produce en el mundo se tire, mientras en el otro extremo tenés pibes y pibas que comen una vez por día, como pasa en nuestro país”.
“Veo un desafío enorme porque esa juventud, centralmente, no crea esas esas mentiras de que puede haber una salida con políticas de ultraderecha. La derecha siempre fue hambre, desocupación, ataque a los derechos laborales. De hecho lo dicen. Dicen que hay que terminar con la mínima legislación laboral en nuestro país. Ir a un ‘modelo Uocra’, como llaman ellos. Pero si hay un sector que tiene trabajo precarizado y que, por ejemplo, en la pandemia quedó completamente desprotegido, es el que tiene ese tipo de convenios que reivindica la derecha”.