Diciembre de 2022 será recordado como un mes trágico de la violencia machista por ser el mes con mayor número de asesinatos a mujeres desde que se empezaron a registrar cifras en 2003. El número de asesinadas reconocido como feminicidios asciende en estos momentos a 13, con otro caso en investigación aún sin confirmar. Si se confirma como violencia machista, en diciembre se habría cometido un feminicidio cada 2,2 días. Del domingo al jueves se ha dado un feminicidio cada 24 horas.
En lo que llevamos de año, y según las cifras oficiales del Ministerio de Igualdad, han tenido lugar 48 feminicidios. Sin embargo la web feminicio.net dedicada a hacer informes y estadísticas sobre los asesinatos a mujeres arroja unas cifras aún más terribles. Según este portal la cifra de asesinatos de mujeres en 2022 es de 99, de los cuales 93 son considerados feminicidios, casi el doble de los datos aportados por Igualdad, y en este caso 17 más de los que se dieron en 2021. La Esta web no solo toma en cuenta los asesinatos de mujeres por parte de sus parejas o exparejas, o dentro del ámbito familiar, sino todos los asesinatos de mujeres a manos de hombres.
El feminismo sale a la calle por ni una menos
Ante esta situación ayer se concentraron centenares de personas frente al Ministerio de Justicia en Madrid al grito de ¡ni una menos, vivas nos queremos! El llamamiento de urgencia de la plataforma 8M bajo el lema "Estado cómplice, las feministas respondemos", corrió como la pólvora por las redes sociales y grupos de whatsapp.
El hartazgo por las violencias machistas cuya dramática expresión son los feminicidios se demostró también el pasado 25N en el que miles de mujeres salieron a las calles en todas las ciudades y pueblos. La violencia machista, que se ha extendido este diciembre en una suma de asesinatos que hacen de este mes el peor y de esta última semana el repunte más extendido en el tiempo desde que se registran cifras, no son una excepción sino una muestra de mayor impacto de una realidad constante. Desde 2003 1.181 mujeres han sido asesinadas según las cifras oficiales.
Comité de crisis del Gobierno para seguir reforzando el punitivismo del Estado
Por su parte, desde el Ministerio de Igualdad se convocaba este miércoles un Comité de crisis sobre violencia machista junto al Ministerio de Interior. Entre las medidas debatidas y trasladadas figuran las de mejorar la coordinación e información interinstitucional, reformar el sistema policial de valoración del riesgo, así como la formación y la colaboración ciudadana.
Desde Igualdad han centrado su discurso en insistir a la sociedad en que “esté alerta” y seguir la senda de reforzar las instituciones como la policía. Esta es la respuesta institucional ante unos datos que destapan una realidad muy profunda: la alianza criminal entre capitalismo y patriarcado.
La pretensión es seguir reforzando unas instituciones que como denuncia el feminismo son “cómplices” en el capitalismo patriarcal algo que se ha demostrado totalmente ineficaz a la hora de frenar la violencia machista.
A las dramáticas cifras de feminicidios debemos sumar además otras múltiples violencias que también enfrentamos las mujeres. La brecha de las pensiones y la brecha salarial, de 33,8% y 24% respectivamente; las realización de las tareas de cuidados no remuneradas; o la precariedad laboral que se ceba especialmente con nosotras. Una desigualdad que se profundiza en un contexto de inflación y abandono de servicios públicos como la sanidad, la educación o la ley de dependencia y que no es una realidad ajena y separada de las expresiones más brutales de la violencia machista como los feminicidios, sino que forma parte de esa larga cadena de violencias que sufrimos las mujeres.
Sin embargo, todas estas problemáticas que afectan a la mayoría de las mujeres, a las más oprimidas, las trabajadoras, las más pobres, las migrantes, etc., no están en la agenda del debate del Gobierno o del Ministerio de Igualdad. Al contrario, el feminismo institucional que propone la estrategia punitivista para terminar con la violencia hacia las mujeres, y que para ello refuerza el poder represivo del Estado con toda probabilidad lo utilizará de manera directa contra los sectores sociales más vulnerables, racializados, precarizados.
Solo por la vía de la autoorganización de las mujeres en nuestros barrios, vecindarios y centros de trabajo, mediante la movilización y la lucha y la coordinación con el resto de sectores oprimidos y explotados podremos combatir las causas estructurales la sociedad capitalista y patriarcal.
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