Carmen Martínez Aguayo, exconsejera de Hacienda de la Junta de Andalucía y mano derecha de José Antonio Griñán, ha entrado en prisión tras la sentencia por el caso de los ERE en Andalucía. Es la primera de una lista de exdirigentes del PSOE andaluz que deberán cumplir sentencia incluyendo el propio José Antonio Griñán, expresidente de la Junta de Andalucía, que trata de evitar la pena en prisión argumentando motivos médicos.
Otros cinco dirigentes entre los que se encuentran los exconsejeros de Empleo Antonio Fernández y José Antonio Viera, el exconsejero de Innovación Francisco Vallejo y otros dos altos cargos con rangos menores, Jesús María Rodríguez y Miguel Ángel Serrano. Todos han sido condenados con penas superiores a los seis años de cárcel y más de 15 años de inhabilitación por delitos de malversación y prevaricación, debido a su rol en el diseño del sistema fraudulento de reparto de ayudas sociolaborales entre 2000 y 2010.
Un emblemático caso de corrupción que impulsó el desgaste del PSOE durante el periodo del 15M con aquel lema de “PSOE-PP la misma mierda es” y que comenzó el inicio de la caída de dicho partido en Andalucía, que ha ido acumulando una pérdida de votos que le llevó a perder el gobierno regional en 2018. Una crisis de proyecto que se vio reflejada en las últimas elecciones andaluzas en las que su actual secretario general Juan Espadas era incapaz, ni tampoco lo deseaba, de diferenciarse de Juanma Moreno, líder del PP y actual presidente de la Junta.
El PSOE-A continúa a la deriva entre tensiones internas sobre si la estrategia de su líder es la correcta ante una posible consolidación del PP en su histórico bastión electoral para las elecciones generales. Desde el partido de Espadas afirman que el problema en sí ya no es los ERE sino el continuo problema que suponen las distintas noticias de condenas y entradas en prisión que van destrozando el capital simbólico del partido, al ver a tantos exdirigentes próximos a prisión. A esto cabe sumarle que los dirigentes actuales siguen ligados y algunos como Espadas han sido consejeros dentro de los gobiernos de Griñán.
La entrada del propio Griñán, quien se juega la última carta de los motivos médicos para evitar la cárcel, supondría un último mazazo al relato de la hegemonía añorada del PSOE en Andalucía. El que fuera el máximo dirigente durante el mayor periodo de esplendor del partido en la región entre rejas por haber participado en uno de los mayores escándalos de corrupción de las últimas décadas. |