Tras más de cuatro años de austeridad repúblicana y una emergencia sanitaria sin precedentes que cobró la vida de cientos de miles de personas y profesionales de la salud en México y el mundo, el derecho a la salud continúa siendo un privilegio de acuerdo a la clase social a la que pertenezcas.
El deterioro y desmantelamiento de los sistemas de salud y seguridad social en nuestro país, han sido acompañados por el robustecimiento de los sistemas de salud privados y a cargo de empresas que lucran con nuestro derecho humano a la salud y seguridad social. De acuerdo con datos del INEGI, en México hay más de 33 millones de personas en todo el país que no cuentan con ningún tipo de seguridad social, mientras que el 56% de la población con algún tipo de derechohabiencia se atiende en el sector privado.
Con la pandemia fue develado ante los ojos de la sociedad, la labor esencial del personal de salud en un gremio altamente feminizado, que trabaja bajo terribles condiciones en los sistemas de salud públicos en crisis, luego de décadas de saqueo neoliberal bajo los gobiernos del PRI y el PAN. La crisis continúa ahora también, bajo la “austeridad republicana” impulsada por las autoridades sanitarias de la 4T y sus allegados.
Primera línea contra la precarización
2022 terminó con protestas de personal de salud en Michoacán denunciando la arbitraria asignación de plazas por parte de la burocracia del SNTSA a unos cuantos; médicos residentes protestando en el Hospital de Pemex en la Ciudad de México debido al cínico recorte en el pago de sus aguinaldos. No había transcurrido el primer día de 2023, cuando médicos del Hospital Regional ISSSTE Tláhuac denunciaron despidos por parte de las autoridades hacia quienes fueron la primera línea en la lucha contra el Covid-19.
En el tradicional Día de la Enfermera el 6 de enero, decenas de trabajadoras y trabajadores de la salud provenientes de Michoacán, Guerrero, Puebla, Veracruz, Querétaro y otros estados protestaron en las inmediaciones de Palacio Nacional y el Senado de la República, exigiendo justicia salarial y plenos derechos para todo el personal de salud. Días después, trabajadores del ISSSTE en Puebla denunciaron en redes sociales el hostigamiento y represión de la policía durante una protesta pacífica. La lista sigue y sigue.
Luego de largas décadas de represión y sometimiento en el sector, hoy las trabajadoras y trabajadores de la salud comenzamos a levantar la voz nuevamente contra los abusos de las autoridades y el charrismo sindical. Quienes fuimos primera línea en los meses más críticos de la pandemia, hoy exigimos los derechos que por ley nos corresponden y nos pronunciamos también por el derecho a la salud para el pueblo pobre y trabajador.
Al otro lado del Río Bravo y en pleno corazón del imperialismo estatodunidense, enfermeras del Montefiore Medical Center en Nueva York se declararon en huelga contra los patrones que hacen de la salud un negocio. Son más de 7 mil enfermeras que exigen condiciones laborales justas y recursos adecuados para la atención de los pacientes. Se trata de una huelga muy importante que viene cobrando fuerza y recibiendo apoyo de sectores de mujeres, jóvenes y trabajadores que despiertan a la vida política y sindical.
En México, Estados Unidos y el resto del mundo, es la misma exigencia del personal de salud: queremos el reconocimiento de nuestros servicios como esenciales para cualquier sociedad, y esto sólo es posible mediante el otorgamiento de plenos derechos sociales, laborales y sindicales para todo el personal de salud sin distinción de género, raza o condición migratoria, así mayor presupuesto para sistemas de salud públicos y seguridad social.
¿Cómo avanzar en la unidad de las luchas del personal de salud?
Mientras que se promete una salud pública como la de Dinamarca, la crisis de instituciones como el IMSS o el ISSSTE se profundiza día con día debido a la falta de recursos financieros, humanos y materiales. No son los discursos de tal o cual gobierno, sino la enorme convicción y trabajo de las cientos de miles de enfermeras, médicos, químicos, camilleros, trabajadoras sociales, residentes, intendentes, personal administrativo y operativo, la que sostiene la gran mayoría de los hospitales públicos y privados en todo el país.
Sabemos que de cara a las elecciones presidenciales de 2024 los gobiernos, patrones y burócratas sindicales querrán hacer de todo para dividir, fragmentar y aislar nuestras lucha y fuerzas. Mediante discursos y retóricas democráticas y aparentemente a favor de nuestras demandas, actualmente hay diputadas y senadores de partidos como el PRD, MORENA y otros, que buscan subordinar nuestro movimiento y convertir nuestras demandas en botín electoral. En el fondo, ellas y ellos son despondables del desmantelamiento y precarización del IMSS, ISSSTE y demás instituciones públicas de salud, así como de votar presupuestos millonarios para profundizar la militarización del país y el fortalecimiento de la Guardia Nacional, mientras que aprueban recortes para salud, educación y cultura para el pueblo pobre y trabajador.
Basta ya de seguir confiando en aquellos que traincionaron nuestra confianza y no cumplieron con las promesas sentidas de cambio que se hicieron en 2018, y que venimos peleando y exigiendo en las calles con muertos y presos desde 2014 y mucho antes desde el sector salud, los movimientos sociales y las luchas de la clase trabajadora antes y después de la 4T. Necesitamos organizarnos en Asambleas Democráticas y Antiburocráticas, desde abajo en cada clínica, centro de salud y hospital, en donde participen todo el personal de salud sindicalizados y no sindicalizados, pacientes y trabajadores, pasantes y residentes, activos y jubilados, todas, todos y todes en defensa del derecho a la salud para el pueblo trabajador.
Desde La Izquierda Diario llamamos a todo el personal de salud a seguir sumando esfuerzos y coordinar acciones en común a favor de los derechos laborales y la salud pública, yendo incluso más allá de las fronteras nacionales. Invitamos a todas las enfermeras, médicos, químicos, profesionales y trabajadores de la salud a enviarnos sus denuncias, investigaciones, reflexiones y testimonios, para hacer oír su voz en una red internacional de periódicos anticapitalistas y socialistas.
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