“De igual forma como se determinaron las y los candidatos de la coalición Va por México en el 2021 y 2022, se acordó que para el proceso electoral 2023 en el Estado de México y Coahuila será el Partido Revolucionario Institucional (PRI) el responsable de llevar el proceso de definición de las candidaturas”, declaró Marko Cortés en la conferencia de prensa realizada este jueves 12 de enero.
En cuanto al Partido Acción Nacional (PAN), éste llevará a cabo los procesos de elección para determinar las candidaturas presidenciales y de la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México en 2024.
Manolo Jiménez, del PRI, ya se registró como candidato de esta coalición para contender por la gubernatura de Coahuila, y en los próximos días hará lo propio Alejandra del Moral, en el Estado de México, el más importante del país, con 12.6 millones de personas registradas para votar. Son las únicas dos entidades gobernadas por el tricolor.
El Partido de la Revolución Democrática (PRD), también forma parte de esta alianza, pero en las últimas elecciones consiguió apenas 2% de los votos y está en riesgo de perder su registro.
Delfina Gómez, ex titular de la Secretaría de Educación Pública, es la candidata del oficialista Morena, promovida por el presidente López Obrador. Será la segunda vez que Gómez dispute el gobierno del Estado de México.
Ninguno de los partidos de la coalición de la derecha ha logrado recuperarse del ascenso del Morena a la presidencia en 2018. El PRI y el PRD, golpeados durante el gobierno de Enrique Peña Nieto por la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa y múltiples escándalos de corrupción, y el PAN, que inició la militarización durante el sexenio de Felipe Calderón, artífices de los avances de la entrega de los recursos del país y la precarización laboral, nada tienen que ofrecer a los trabajadores, las mujeres y la juventud.
El Morena, que capitalizó el descontento contra los partidos patronales tradicionales, aunque desplegó numerosos programas sociales con ayudas económicas y aumentó el salario mínimo hasta $207.44 por día -aunque éste es insuficiente para sostener a una familia-, mantiene la militarización -incluso avanzó la participación de los uniformados en tareas de orden civil-, la precarización laboral -y es en particular duro con las y los trabajadores que no aceptan la pérdida de conquistas laborales, como las y los trabajadores de Notimex- y la creciente subordinación al imperialismo estadounidense -expresada en las políticas antimigrantes, la estrategia de seguridad y el T-MEC, que beneficia en lo fundamental a las trasnacionales estadounidenses.
Ante este escenario, la clase trabajadora necesita forjar una herramienta política propia, sin vínculos con el gobierno, ni con la derecha ni con empresarios, que se apueste a enfrentar las políticas del imperialismo estadounidense, la militarización, la precarización laboral y todas las formas de explotación y opresión que vivimos. |