El pasado lunes 23 de enero se inició un paro indefinido del SAMU, producto del incumplimiento del petitorio, el cual fue presentado al Servicio de Salud de Antofagasta en la movilización de septiembre del año pasado. El petitorio contemplaba mejoras en los aspecto de infraestructura, móviles de rescate, y un punto crítico muy sentido por los funcionarios, además de la continuidad laboral de los funcionarios honorarios, quienes ingresaron como personal de apoyo durante el periodo de pandemia.

Actualmente funcionarios del SAMU dicen que llevan un largo tiempo trabajando con 2 ambulancias y 1 camioneta. Es profundamente grave el hecho de que solo se les apoyó con 1 camioneta.

Una de las principales demandas es la falta de ambulancias, ya que las que están operativas no dan abasto para la población que cada día va en aumento, entorpeciendo y poniendo en riesgo el traslado y movilización de pacientes críticos dentro y fuera de la región. Esto es expresión del abandono de la salud pública por parte de los gobiernos de turno y el Servicio de Salud de Antofagasta.

Por otro lado la inestabilidad laboral se mantiene, sosteniendo a 39 funcionarios en calidad de honorarios con una renovación mensual de sus contratos, que se finalizará el 31 de enero del 2023. Lo que implica que 39 familias quedarán sin el sustento de su hogar en un momento donde la inflación golpea a las familias trabajadoras, con el alza de los arriendos, alimentos, combustibles, luz, agua, y todo lo necesario para sostener un hogar.

Mientras el SAMU se paraliza, los gremios de la salud han mantenido total silencio, dejándolo como un conflicto aislado, al mismo tiempo que se entregan soluciones parches a problemas y demandas más profundas, como fue el arreglo del desperfecto mecánico de un móvil, el día en que se da inicio a la movilización.

No podemos permitir que las demandas de las y los trabajadores queden silenciados y divididas por sectores, como siempre lo han hecho las burocracias sindicales, y mucho menos confiar en las autoridades del SSA y la dirección del Hospital Regional de Antofagasta que solo favorecen al sector privado con el modelo de concesiones en desmedro de la salud pública.

La falta de insumos e infraestructura así como la precarización e inestabilidad laboral, son transversales a todas y todos los trabajadores de la salud tanto de los Hospitales como de la atención primaria (APS), incluso en el sector privado con el modelo de concesiones, que tienen a las y los trabajadores de Siglo XXI, trabajando en precarias condiciones con bajos sueldos y con insumos que son insuficientes y de pésima calidad.

Como agrupación de trabajadores de la salud Abran Paso, damos toda nuestra solidaridad en su lucha a las y los trabajadores del SAMU, quienes en este momento de pasividad, con el gobierno de Boric a la cabeza que solo busca contener todas las huelgas y luchas, decidieron paralizar por mejorar no solo sus condiciones laborales sino también la salud de la población.

Basta que la salud siga siendo un negocio, administrada por empresarios que solo quieren llenarse los bolsillos a costa de la vida de la población trabajadora y pobre. Necesitamos una salud pública, gratuita y de calidad, que sea administrada por las y los trabajadores junto con los usuarios, quienes realmente conocen las necesidades de la población.

Cerremos las brechas que nos imponen los dirigentes de los gremios tanto en hospitales como en APS, el sector privado de las clínicas y los subcontratados, porque los problemas de la salud pública nos afectan a todas y todos, levantemos asambleas en cada lugar de trabajo para discutir desde las bases como enfrentar la precarización laboral y el abandono de la salud pública, sin confianza en el gobierno ni los dirigentes gremiales que solo nos llevan a estados de alerta estériles sin ninguna respuesta.