Ante el incremento de las movilizaciones en Lima y en diversas regiones del interior, lo cual ha llevado que el 30% de las vías nacionales se encuentren tomadas y que diversas regiones del país estén paralizadas, el gobierno de la golpista Dina Boluarte apela a endurecer la represión a través de la mano de los militares, quienes fueron autorizados por los ministerios del interior y defensa para desbloquear las vías tomadas y reprimir a los manifestantes.
Desde el empresariado del transporte, de las agro exportadoras, de la minería y de otros rubros, han venido exigiendo al gobierno "imponer el estado de derecho" a través del acrecentamiento de la represión policial militar que hasta ahora ha costado 60 fallecidos y más de mil heridos. En ese sentido, Boluarte autoriza la participación de los militares para la "liberación" de las vías tomadas, para que así las mercancías e insumos lleguen oportunamente a los mercados y las ganancias de los empresarios no se vean afectadas.
La participación de los militares también la vimos a inicios de esta semana, cuando contingentes de soldados se trasladaron de los cuarteles de Tacna y Moquegua a la región Puno para, "resguardar las instituciones públicas y privadas" y tratar de intimidar a los manifestantes de esta región altiplánica que es uno de los epicentros del levantamiento popular en curso. Cabe mencionar que los militares han estado "prestando apoyo" a la Policía para reprimir brutalmente las movilizaciones, desde el inicio del conflicto.
Recordemos qué, desde el 13 de diciembre, las regiones de Apurímac, Arequipa e Ica se encuentran en estado de emergencia y desde el 15 de enero esta medida se aplica en las regiones de Puno, Cusco, Lima, en la Provincia Constitucional del Callao, en la provincia de Andahuaylas, del departamento de Apurímac, en las provincias de Tambopata y Tahuamanu del departamento de Madre de Dios, y en el distrito de Torata, provincia de Mariscal Nieto del departamento de Moquegua.
Ante el avance del repudio a Boluarte, decretaron estado de emergencia en las regiones de Amazonas, La Libertad y Tacna. Estas medidas represivas no han detenido el levantamiento de los campesinos, trabajadores y sectores populares.
De esta manera, con una gran parte del país en estado de emergencia y de la mano del Ejército, Boluarte busca quedarse en el gobierno desoyendo los masivos llamados que exigen su inmediata renuncia y la implementación de una Asamblea Constituyente que permita acabar con el nefasto régimen del 93 que solo favorece a un puñado de grandes empresarios nacionales y extranjeros y a la casta de políticos a su servicio.
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