El lunes 30 de enero, la Organización de Estados Americanos, OEA, institución al servicio del imperialismo de los EEUU y promotora de diversos golpes de estado en Latinoamérica, la misma que días atrás avalaba al gobierno golpista de Dina Boluarte y con ello las decenas de asesinatos, cientos de heridos y detenidos, ahora pretende lavarse la cara y a través de una declaración donde sale a decir que le preocupa “el uso excesivo de la fuerza” en Perú, así como “las violaciones de los espacios académicos”.
Esta declaración de la OEA, más que por afanes democráticos, está motivada por el incremento de las protestas, las cuales no solo cuestionan la permanencia de Boluarte en el poder, sino al conjunto del régimen del 93, por esa razón, la consigna por una Asamblea Constituyente se empieza a sentir con mucha fuerza a lo largo y ancho del país.
Entonces, lo único que le preocupa realmente a la OEA y al mismo imperialismo de los EEUU, es que las masas movilizadas puedan derribar el podrido régimen del 93, y que con su lucha abran la posibilidad de conquistar cambios profundos que pongan en cuestionamiento las políticas de saqueo y explotación imperialista. Es por eso que ahora buscan desviar las contundentes movilizaciones que ya han llegado a Lima y que crecen todos los días, movilizaciones y protestas que no pudieron acallar a través de la abierta represión y militarización. Es por ello que la OEA, jugando en pared con el gobierno asesino de Boluarte, en su comunicado demanda también “la pronta realización de elecciones generales, justas, libres y transparentes, con observación electoral internacional”.
Con esta iniciativa buscan crear la ilusión en las masas de que a través de las elecciones generales las cosas pueden cambiar, cuando en realidad no será así, ya que las elecciones generales, más allá de que se adelanten o no, se darán en el marco del régimen del 93, el cual es profundamente antidemocrático y excluyente en relación con los intereses y necesidades de las grandes mayorías explotadas y oprimidas. Este régimen político busca la reproducción de las iniciativas neoliberales, las mismas que solo priorizan las ganancias de los grandes empresarios y de la casta política al servicio del empresariado.
El adelanto de elecciones no es, pues, una garantía real de que las cosas empiecen a cambiar para los millones de peruanos que hoy no se sienten representados por las actuales instituciones políticas, ya que estas elecciones, al darse – como ya se dijo - en el marco de un régimen antidemocrático y excluyente, lo que lograran en realidad es llevar a nuevos corruptos y traidores a los cargos de alta representación como es el caso del ejecutivo o el legislativo.
Solo una Asamblea Constituyente Libre y Soberana, nacida de la caída del viejo régimen del 93 y sostenida en espacios de auto organización de la clase obrera, los campesinos y los sectores populares, nos permitirá empezar a cambiar las cosas, empezando por acabar con los privilegios que gozan actualmente los grandes empresarios y la podrida “clase política” que actúa como correa de trasmisión de los intereses empresariales.
Pero, para que una Constituyente de esta naturaleza pueda concretarse, es importante pelear ahora, con la fuerza de los miles que se movilizan contra Dina Boluarte, por imponer un gobierno provisional de las organizaciones obreras, campesinas y populares de los que luchan. Solo un gobierno provisional de estas características nos permitirá concretar la posibilidad de que se convoque a una Asamblea Constituyente Libre y Soberana, la cual abrirá las puertas hacia un gobierno de las y los trabajadores con perspectiva socialista.
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