Cada 1° de febrero se homenajea a quienes “hacen el vino”. Con epicentro en Mendoza, el “feriado” ayuda a reflexionar sobre la realidad de miles de laburantes supexplotados por patronales hipermillonarias. Una realidad que La Izquierda Diario revela en su documental “Mendoza: la tierra, el sol y las manos que hacen el vino”. Esta semana en Mendoza y San Juan hubo nuevas movilizaciones por salario.
En Argentina, desde 1991, cada 1° de febrero se celebra el Día Nacional del Trabajador Vitivinícola. La efeméride fue establecida aquel año en San Rafael, Mendoza, al firmarse un acta acuerdo “para instaurar de manera formal el reconocimiento a los que participan en la labor vitivinícola”, decretando ese día como no laborable para las trabajadoras y los trabajadores que participan de la producción del vino.
Según aquel decreto, el feriado alcanza a todo el personal comprendido en el convenio colectivo de trabajo, lo que obliga a las empresas a pagar el jornal aun cuando el día coincida con feriados nacionales, domingos o vacaciones.
Es sabido que el vino se encuentra entre las bebidas más populares de Argentina. También que la calidad de los viñedos nacionales se destacan a nivel internacional. Y que el vino tiene muchas propiedades saludables, desde que retarda el envejecimiento hasta que limpia la sangre, venas y arterias, ayudando a un mejor funcionamiento del corazón. El vino ayuda a tratar infecciones de las encías, a reducir el colesterol, a prevenir infecciones urinarias, entre otras buenas cosas. Y, muy especialmente, alegra la vida.
Y también es sabido, aunque tenga menos “prensa”, que gran parte de quienes trabajan día a día en las viñas, con gran sacrificio e inestabilidad laboral, lo hacen por salarios de miseria y en condiciones de gran precariedad. Esta semana cientos de obreras y obreros vitivinícolas de Mendoza y San Juan salieron a las calles nuevamente en reclamo de mejoras salariales.
Dando cuenta de la situación de las trabajadoras y trabajadores vitivinícolas, pero también de su ejemplar lucha de los últimos años, sobre todo en Mendoza, protagonizada por miles de autoconvocados que enfrentan a patronales cuasi esclavistas, La Izquierda Diario y Vendimia Obrera acaban de estrenar en formato audiovisual una investigación sobre la vida de quienes producen en la vid. En Mendoza: la tierra, el sol y las manos que hacen el vino se escuchan las voces de quienes laburan los viñedos o hacen funcionar las bodegas más gigantes y renombradas. Los verdaderos hacedores del vino cuentan cómo trabajan, cómo viven y cómo se organizan.
Podés leer más sobre el trabajo vitivinícola en los siguientes artículos.