En tono de campaña electoral (aunque sin anunciar la fecha de las elecciones provinciales, que sigue guardando como secreto de estado para manipular según su conveniencia política) el mensaje del Gobernador Schiaretti en la apertura del periodo legislativo en Córdoba se centró en reivindicar su modelo de gestión como exitoso. La acusación al gobierno nacional de gobernar para el puerto y la apelación a la antinomia unitarismo del gobierno nacional vs. federalismo del interior; la contraposición de la política basada en la extensión de los planes sociales vs. la producción y el empleo; la antinomia autoritarismo vs. normalidad institucional, volvieron a ser los ejes de la narrativa cordobesista alrededor de la cual se busca instalar al “modelo Córdoba” como supuesta expresión de progreso y desarrollo.
Frente a la polarización entre el gobierno nacional y la oposición de derecha de Cambiemos, apeló a un discurso anti-grieta en un intento de darse proyección nacional y ubicarse como posible candidato del “partido del centro”. Para eso, se diferenció tanto de lo que denominó como “falso progresismo”, señalando que “no es progresista quien gobierne de manera autoritaria sino el que desarrolla políticas que fomenten la movilidad social ascendente y cuiden el orden institucional”, como de los que plantean la idea de cambio, señalando que “el cambio no es una oportunidad, es un proceso constante de transformación, de mejorarle la vida a la gente como venimos haciendo en la provincia.”
Schiaretti tiene muy claro que el PJ tiene que disputar los votos que comparte con el electorado de cambiemos en la provincia. En esta tónica, la apertura del discurso haciendo alusión a los 40 años de democracia, planteando que “hay que reformar los pilares de la democracia para resolver los problemas de la gente”, estuvo al servicio de tomar la agenda que disputa con Cambiemos, centrándose en la necesidad de fortalecer la calidad institucional y la independencia de poderes y pronunciándose contra el juicio político pedido por el gobierno nacional a la corte suprema. En un discurso claramente orientado al empresariado en pleno año electoral, vendió a Córdoba como ejemplo de gestión “los recursos humanos, naturales y materiales que hoy demanda el mundo”, brindando la “calidad institucional necesaria para la estabilidad económica.”
Frente a esto, la izquierda expresó sus críticas, con declaraciones de Laura Vilches y Noel Argañaraz. Laura Vilches, Legisladora y concejal (MC) por el PTS-FIT planteó “En qué provincia vive Schiaretti?. Escuchamos un discurso de campaña que pinta una Córdoba del desarrollo y el progreso muy distinta a la realidad. Córdoba es una provincia rica con trabajadores con salarios bajo la línea de pobreza. Los recursos van para grandes sojeros, multinacionales y grandes desarrolladores urbanos para los que gobierna Schiaretti. Busca mostrarse como confiable para el gran empresariado hablando de ‘gestionar con normalidad”. Normalidad del 40 % de pobreza y precarización laboral récord.”
Noel Argañaraz, legisladora (MC) por el PTS-FIT planteó “se busca promocionar la gestión peronista del ‘modelo Córdoba’ como exitosa cuando Córdoba presenta una situación social crítica. Para Schiaretti parecieran no existir los índices de pobreza y desocupación que golpean fuerte a miles de cordobeses y ubican al Gran Córdoba por encima de la media nacional, ni la altísima precarización laboral que sufrimos sobretodo las y los jóvenes. Dijo que buscan generar empleo genuino y que ‘no hay mejor política social que un buen empleo’. ¿Dónde están esos empleos de calidad? La realidad es que la juventud sólo consigue trabajos sin ningún derecho laboral, cobrando salarios con los que es imposible llegar a fin de mes, pagar el alquiler y ni hablar costear los estudios. Más allá de los jóvenes, esta es la realidad que viven la mayoría de los trabajadores con salarios por debajo de la línea de pobreza. El modelo de Schiaretti y Llaryora es de salarios y jubilaciones bajas, mientras se invierten cifras astronómicas en publicidad de campaña en todas las redes sociales y en cartelería, mostrando las verdaderas prioridades del Gobierno.”
En relación a la situación crítica que atraviesa el sector de la salud, sector que el año pasado cerró con una importante lucha extendida en toda la provincia, Argañaraz planteó “Schiaretti se centró en reivindicar la recién inaugurada maternidad provincial y planteó que ante la crisis de las clínicas privadas la salud pública debe ampliar su oferta, pero nada dijo del estado crítico en que se encuentra la salud pública en toda la provincia, donde como mostró la enorme lucha que dieron las y los trabajadores de salud, faltan equipos y personal, y se viene sufriendo un desfinanciamiento permanente por parte del Gobierno. Ni la salud ni la educación son su prioridad.” Otra de las omisiones del discurso de Schiaretti fue en relación a la violencia machista, frente a los recientes casos de femicidios. Al respecto, Laura Vilches planteó “la violencia machista, que se cobró la tercera mujer víctima de femicidio en el 2023, no mereció ni una palabra por parte de Schiaretti. El Gobierno es responsable de seguir desfinanciando áreas sensibles como el Polo de la Mujer y de no desplegar un programa integral con recursos para asistir a las mujeres en situación de violencia.” En relación a la crítica situación ambiental que atraviesa la provincia en función del modelo productivo basado en el extractivismo del agronegcio, Noel Argañaraz señaló “Como es costumbre, en su discurso Schiaretti le dio mucho peso a la alianza del estado y el mercado y habló la necesidad de ‘gestionar los recursos naturales y materiales que hoy demanda el mundo’. No podemos esperar más que una profundización de las políticas extractivistas que todos estos años sostuvo para beneficio de los grandes empresarios agro-industriales y la especulación inmobiliaria. Es el colmo del cinismo que busque mostrar una gestión comprometida con la defensa del medio-ambiente cuando la provincia bate récords en destrucción de bienes naturales y ecosistemas nativos. Una verdadera burla cuando se viene dando un salto en la criminalización de los ambientalistas y comunidades que enfrentan la política de degradación ambiental del Gobierno.” |