Fotografía:ANRED
La muerte de Walter Lemejis, el viernes pasado, causó conmoción en la comunidad educativa bonaerense. El trabajador cayó de una escalera mientras realizaba arreglos en una escuela del partido de Tres Lomas (al oeste de la provincia). Inmediatamente sus compañeros de la Dirección General de Cultura y Educación (DGCyE) denunciaron el largo proceso de vaciamiento y precarización que se vive en el área, profundizado cada vez más por Daniel Scioli y Nora de Lucía. Y los responsabilizaron por esta muerte, absurda y totalmente evitable.
Ayer la Asociación de los Trabajadores del Estado (ATE) realizó un paro en toda la provincia y una concentración en La Plata, frente a las puertas mismas de la DGCyE.
La asamblea de trabajadores la abrió Alejandro Sánchez Moreno, delegado de la Junta Interna de ATE-Educación.
Allí estuvo Valeria Lemejis, la hija de Walter, quien pronunció palabras desgarradoras pero certeras frente docentes y trabajadores de la dirección en la que trabajaba su padre.
“Lo que le pasó a mi papá le puede pasar a cualquiera de ustedes, a cualquiera”
“Este es un momento para mi recontra difícil. (…) Esto no puede quedar así. Lo que le pasó a mi papá le puede pasar a cualquiera de ustedes. Se tienen que mirar al espejo de mi papá porque es impresionante la desidia, la negligencia, la incompetencia.
Mi papá se cayó de una escalera y se quebró el cráneo. Un compañero de ustedes lo metió en el cajón a mi papá porque no había nadie que esté a cargo de esa situación y que lo haga con prudencia y con responsabilidad. ¡Es tremendo esto!
Acá hay mucha gente que se caga en todo y que en este momento de mierda que estamos pasando recién ahora se dignan a acercarse. La ART nos boludeó todo el tiempo. Nos decían que llegaba en 45 minutos. Pasaba media hora y llamaba a ver dónde estaba, y dos horas más tardaba. Y así me dijeron que venía a las 5 de la tarde y finalmente a las 9 de la noche del sábado llegó mi papá. Y mi viejo murió al mediodía del viernes.
Me enteré porque le mandé un mensaje que le puse ‘hola pa, ¿como andás? ¿Ya llegás? ¿Venís a comer hoy?’... No me respondió y me dije ‘que raro mi viejo’, porque él daba la vida por nosotros, yo le mandaba un mensaje y lo abría al toque. Y me dije ‘que raro esto’.
Y se me da por llamarlo y me dicen que mi viejo había tenido un accidente, que se había lastimado, que se había caído de la escalera. Lo llamo a mi viejo y me atiende Gabriel y le digo ‘Gaby por favor pasame con mi papá’ y me dice que a mi viejo lo estaban asistiendo. Y mi papá ya estaba muerto. Es terrible esto. No puede volver a pasar.
Esto le puede pasar a cualquiera de ustedes y yo puedo ser la hija de cualquiera de ustedes. No puede ser, no puede ser.
La ART se cagó de la risa. Dilataron todo por plata para desviar el camino. Intentaron desesperar a la familia, a los compañeros de él, para que se desvíe el camino y no hacerse cargo de lo que tenían que hacerse cargo. Supuestamente la ART a esto lo iba a cubrir todo. Cuando llegamos a la casa de sepelio nos dijeron que una parte no estaba cubierta, que el director de mi papá dijo ‘que no lo cubra todo’.
Entonces esto no puede volver a pasar. Espero que no nos dejen solos, como estuvimos cuando nos enteramos de la muerte de mi papá.
Igual de todas formas creo que esto no es casual. Esto no es casual. Capaz que si no le pasaba a mi papá lo que pasó, pasaba todo desapercibido. Ojalá que me esté equivocando, que en realidad a la gente sí le importa la vida de una persona. Pero no, me demostraron que les importa más su puesto de trabajo, que les importa la plata antes que la vida de mi viejo.
Un día y medio tardé en abrazar a mi papá. Ustedes no se dan cuenta lo doloroso que fue para nosotros esto. Tremendo loco, tremendo. Esto no puede volver a pasar. Gracias.”
Con un cerrado aplauso Valeria Lemejis terminó de decir sus palabras y le dio el micrófono a delegados y referentes de ATE.
“Los culpables son todos los funcionarios”
Con la voz casi quebrada, el delegado del sector de mantenimiento Horacio “Titi” Bernaola recordó a su compañero Walter y le apuntó a la responsabilidad de los funcionarios.
“Compañeros, como todos saben estamos dolidos por este acontecimiento pero vamos a luchar. Nosotros en mantenimiento ayer logramos la renuncia del director provincial de infraestructura, el señor Arévalo. Hace años que venimos reclamando por nuestras condiciones de trabajo y nunca nos dieron respuesta, nunca pusieron un peso. Por eso los compañeros reafirman quiénes son los culpables y nosotros también tenemos esa misma postura. Los culpables son todos los funcionarios.
Hoy también renunció el subdirector de mantenimiento, Ariel Venuzi. Hoy nos entregó la nota de renuncia. Nunca dieron una respuesta, fuimos nosotros los que mantuvimos comunicación con los compañeros. Ellos nada.
Esto que estamos haciendo tiene que seguir. Hoy se discutió la necesidad de hacer un paro siempre activo y resolverlo entre nosotros. Las asambleas son soberanas y eso es lo que tenemos que respetar.
Compañeros, tenemos responsables y a ellos apuntamos. Y pedimos la incorporación de los hijos de Walter para que tomen el puesto de su padre.
Tenemos que seguir en esta lucha porque no se termina acá. Nosotros en mantenimiento no vamos a salir a trabajar hasta que no tengamos todas las condiciones que hemos pedido hace años como también llamamos a solidarizarnos con todos los compañeros, ya sean de Educación, de Salud, que también están pasando este ajuste en toda la provincia de Buenos Aires.”
La lucha de los trabajadores de Educación, junto a las y los docentes de los SUTEBA opositores, pone de manifiesto una crisis estructural de las varias que acumula la “gestión” de Daniel Scioli en ocho años de gobierno. Una crisis que el kirchnerismo prefiere esconder para no dejar en evidencia que el sucesor del “modelo” tiene como objetivo principal seguir vaciando la educación y la salud pública al servicio de los intereses de los grandes empresarios y terratenientes. | 
