"La Forestal Arauco nos tiene sin comida a los brigadistas que estamos combatiendo el fuego en la comuna de Arauco. Solo una señora se acercó con unos queques", señaló un brigadista forestal en sus redes sociales el pasado viernes.
Luego de esta denuncia, se desprende la precaria situación laboral de los brigadistas forestales: "Considerando que hay 3.1 millones de hectáreas de forestales resguardada por 3300 brigadistas (lo que aproxima a 1 brigadista cada mil hectáreas) esto significa lidiar con jornadas de 10 días en base x 5 libres, no pago de horas extras, precarización laboral en cuanto somos despedidos al finalizar la "temporada de incendio" arbitrariamente, que evita ejercer el derecho a la sindicalización, y para qué decir los problemas físicos por ej. trombosis que han tenido compañeros", señaló un brigadista de la Forestal Arauco.
Los incendios los debe pagar las forestales, no el Estado
"Como vivimos una emergencia, tenemos que preguntarnos qué medidas vamos a tomar inmediatamente, y con mayor razón para aprovechar que estamos aquí reunidos, luchemos por un plan nacional de emergencia encabezado por los trabajadores de CONAF, forestales y demás comunidades afectadas, que plantee reconstrucción de las viviendas destruidas y dañadas; que se emplee miles de brigadistas, con buenos salarios acordes con el riesgo y sin precariedad; y un plan de prevención de catástrofes financiado con impuestos a los Matte y Angelini.", señaló el brigadista forestal.
Hay que acabar con la gran propiedad del suelo forestal, regalado por la dictadura a los actuales magnates forestales, colocando en marcha un nuevo sistema alternativo. Un sistema en donde sean trabajadores, mapuche y comunidades quienes planifiquen la producción de madera, de acuerdo a los intereses populares y el cuidado del medioambiente, superando el monocultivo de pino y eucaliptus fomentado por empresas como la CMPC .
Que sean las mismas empresas publicas gestionadas por sus trabajadores y trabajadoras los que elaboren y administren una institución pública forestal que responda a sus propias necesidades y la del pueblo trabajador y los mapuche, terminando con la precarización laboral de miles de trabajadores forestales y brigadistas que ponen el cuerpo, y en definitiva, ponga fin al negocio de los Matte, Angellini y se expropien las más de 2 millones de hectáreas que hoy están en sus bolsillos. |