El amor romántico es un concepto relativamente nuevo (para la historia de la humanidad). Surgido en la Edad Moderna, resalta la subjetividad de los individuos, su individualidad. Hoy está asociado a ideas conservadoras, es criticado por el feminismo y movimiento de mujeres, pero en su momento cuestionó la familia tradicional y el matrimonio, la herencia.
Quedarse en casa, establecer una "burbuja" estrecha de contactos, teletrabajo y virtualidad escolar son algunas de las recomendaciones que nos hacen en esta pandemia. Y aunque algunas medidas son debatidas, difícilmente encontremos cuestionamientos a los supuestos en los que se basan, absolutamente naturalizados.
Celebremos o no el amor romántico, esta fecha tiene gran repercusión comercial y mediática. Pero lo cierto es que este día resignificado por la Iglesia Católica con la historia San Valentín, se origina en fiestas paganas del pueblo de la Antigua Roma.
A propósito de El fin del amor. Querer y coger, de Tamara Tenenbaum.
Publicado en 2013 y un año después traducido al castellano por Capital Intelectual/Katz, el trabajo de la socióloga marroquí Eva Illouz se zambulle en el debate multifacético que abrió la trilogía Cincuenta sombras de Grey.
Docente y periodista, Osvaldo Baigorria es una pluma nómade, audaz frente a las críticas y el disciplinamiento sexual. Nacido en 1948 y conocido por ser un trotamundos, el autor ya tiene un peso propio en la literatura argentina. Si de valores escribimos, en sus textos y recopilaciones se puede encontrar esa chispa de irreverencia tan necesaria para la pelea contra los valores culturales e ideológicos establecidos por un sistema capitalista. En esta charla recorremos su trayectoria, desde su relación con Perlongher y el Frente de Liberación Homosexual, hasta sus ensayos y novelas.
La sexualidad, ¿está coaccionada o liberalizada?, ¿es pacata o libertina? En las sociedades capitalistas actuales conviven las restricciones morales religiosas con la transnacionalización de la industria del sexo; el discurso reaccionario de las “buenas costumbres” fundadas en la familia patriarcal, con la mercantilización de los cuerpos, los placeres y el deseo. Con nuevos derechos y la persistencia de viejos hostigamientos e injurias, seguimos luchando por la liberación sexual que, en los estrechos márgenes de las democracias capitalistas, no fue realizada. |