Como en otras ocasiones, las y los huelguistas protestaron un día antes afuera del Palacio Nacional durante la conferencia matutina del presidente. Además, convocaron a las diversas organizaciones sindicales, sociales y políticas que los apoyan a manifestarse este 21/02 frente al Senado de la república.
Como resultado de esta acción, el presidente ordenó que se instale una nueva “mesa de diálogo” entre las secretarías de Gobernación y del Trabajo, la dirección de la agencia y la representación del Sutnotimex, como si luego de tres años de huelga los funcionarios de dichas dependencias no supieran cuáles son sus demandas, cuando de lo que se trata es que las resuelvan.
Cabe mencionar que, si bien es un derecho que las autoridades escuchen a los trabajadores, no es la primera vez que, cuando lxs huelguistas llaman a movilizarse, el gobierno federal lxs convoca de último momento a “dialogar” con el fin de apaciguar su protesta y seguirlxs desgastando, sin ofrecerles ninguna solución real. Esta es una táctica que los gobiernos de la ciudad y federal han utilizado para contener a los movimientos durante el sexenio de la llamada “cuarta transformación” (4T).
Gobierno e instituciones contra las y los trabajadores
La cerrazón que el gobierno de la 4T ha mostrado ante la huelga durante todos estos meses, evidencia que -más allá de los discursos de AMLO- su administración no responde a las necesidades y demandas de los trabajadores.
El conflicto laboral en Notimex no es un problema aislado, o provocado por la “mala voluntad” de una funcionaria prepotente como Sanjuana Martínez. Los despidos arbitrarios y el ataque a los derechos laborales que ésta quiso imponer, coinciden con la política de precarización laboral que se viene aplicando en otras dependencias del gobierno federal, así como en los gobiernos estatales y el sector privado. De hecho, los programas sociales -en los que se basa en buena medida el respaldo popular de AMLO- se sostienen sobre la precarización laboral de miles de jóvenes que ni siquiera son reconocidos como trabajadores.
Sin ir más lejos, las y los trabajadores del Instituto de Educación Media Superior (IEMS) también están en huelga desde el 16 de febrero contra el esquema de contratación precaria que el gobierno de la CDMX, encabezado por Claudia Sheinbaum, les quiere imponer, violando su contrato colectivo de trabajo. En tanto que los trabajadores de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) -cuya rectora es Tania Rodríguez, cercana a la Jefa de Gobierno-, podrían estallar la huelga el 1 de marzo ante el ataque a sus derechos laborales; mientras que profesores de asignatura de la UNAM se oponen a legitimar el contrato colectivo que ostenta la AAPAUNAM, con el que se ha permitido la precariedad laboral de la mayoría de los docentes en la “máxima casa de estudios”, por mencionar solo algunos ejemplos.
Bajo la gestión de este gobierno que se dice progresista, cuando los trabajadores se movilizan son hostigados o reprimidos, como lo mostraron los procesos judiciales que las autoridades de la agencia intentaron abrir contra la secretaria general del Sutnotimex, Adriana Urrea, los cuales no prosperaron; o el desalojo del plantón de los trabajadores de Interjet en el aeropuerto internacional de la CDMX, ejecutado por la Marina; la represión a los normalistas rurales; el despido de docentes que protestan en la UACM y la UNAM; o las agresiones en la CDMX por parte de los granaderos a los pobladores de San Gregorio y a las y los docentes del SUTIEMS. Así, estos sectores de trabajadores y populares están haciendo una experiencia con el verdadero carácter (patronal) de este gobierno.
Considerar la huelga de Notimex como un caso particular, ajeno a la situación que vienen padeciendo otros sectores de trabajadores -tanto del sector público como del privado-, dificulta hacerles ver a éstos que enfrentamos un problema común como clase trabajadora, que es el avance de la precarización laboral y que debemos unirnos para enfrentarlo, porque ningún sindicato o gremio podrá hacerlo aisladamente. En tanto que, la política desmovilizadora de las centrales sindicales que se han alineado con el gobierno de la 4T, favorece el aislamiento y la falta de coordinación de estas luchas.
Incluso en el caso específico de Notimex, el problema va más allá de la política de Sanjuana Martínez. Mientras que la Junta de Gobierno -máxima autoridad de la agencia-, en la que participan los titulares de varias secretarías e instituciones, se mantiene en silencio como si no pasara nada, la “justicia laboral” -representada por la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA), dependiente de la Secretaría del Trabajo-, durante meses ha omitido resolver la demanda de imputabilidad que interpuso el sindicato para presionar legalmente a las autoridades de la agencia a resolver el largo conflicto.
A cuatro años de gobierno “progresista”, se evidencia así que, tanto la JFCA como la Secretaría del Trabajo, no son “imparciales”, sino que responden a la misma política que el gobierno federal ha sostenido para evitar que la huelga se resuelva a favor de las y los trabajadores. Hasta ahora, todos los recursos y procesos legales que han tenido que ver con la huelga han resultado a favor de los huelguistas, lo que demuestra que el problema no es legal sino político. Esto pasaba también con los anteriores gobiernos priístas y panistas.
Ante las próximas elecciones estatales en 2023 y la presidencial en 2024, algunos legisladores de ‘oposición’ se han pronunciado a favor de que se atienda el conflicto. Quieren aprovecharlo para mostrarse como “democráticos”, cuando fueron sus partidos quienes en el Congreso de la Unión aprobaron las reformas antiobreras de sexenios anteriores y ahí donde gobiernan mantienen la política de precarización contra las y los trabajadores. Más allá de sus palabras, ninguno de los políticos del régimen nos representa, por lo que mal haríamos en confiar en ellos o mostrarlos como nuestros aliados. Solo podemos confiar en nuestra propia fuerza como clase trabajadora.
Por un plan de lucha para que la huelga triunfe
A lo largo de estos tres años de huelga, diversas organizaciones sindicales como las que integran la Unión Nacional de Trabajadores, la Nueva Central de Trabajadores o la Coordinadora Nacional de Sindicatos Universitarios, de Educación Superior, Investigación y Cultura, se han pronunciado a favor de su resolución.
Sin embargo, ya es claro que no alcanza con los pronunciamientos, los aportes económicos (que son necesarios y hacen mucha falta), o la asesoría legal que le brinda al Sutnotimex la UNT, central que está integrada por sindicatos con miles de agremiados, como el STUNAM y el Sindicato de Telefonistas.
Lamentablemente, hasta ahora estas organizaciones se han negado a convocar a una movilización unitaria y masiva de sus bases por el triunfo de la huelga del Sutnotimex, cuando ésta requiere de apoyo activo; lo que hace corresponsables a los dirigentes de estas organizaciones de que la huelga siga aislada y sin solución, contribuyendo a que el resto del movimiento obrero se mantenga dividido e impotente para enfrentar los ataques en su contra. Es un conflicto que, dada su prolongación y resistencia de las y los huelguistas, merece ser rodeado de solidaridad a nivel nacional e internacional.
Peor aún, la dirigencia del Sindicato de Telefonistas -que encabeza la UNT-, pactó con la patronal de Telmex un nuevo esquema de pensiones para los trabajadores de nuevo ingreso, que les exige más años de trabajo por un menor porcentaje de salario, en lugar de unir fuerzas con el Sutnotimex para luchar juntos consecuentemente en defensa de sus derechos. Este tipo de claudicaciones desfavorecen la lucha por cambiar la relación de fuerzas a favor de la clase trabajadora.
Para que no sean derrotadas por represión o desgaste, es necesario que las huelgas y luchas en curso se coordinen, como parte de llevar adelante un plan de acción unitario que las fortalezca. Por lo que insistimos, si la UNT, la CNSUESIC, la NCT y los demás sindicatos que se reivindican democráticos, realmente están por el triunfo de la huelga, deben romper la tregua que de hecho la mayoría mantiene con el gobierno de la 4T y sus propias patronales. De esta manera, se puede convocar cuando menos a un día de paro en solidaridad, acompañado por una movilización unitaria y masiva que demuestre que las y los trabajadores del Sutnotimex, del Sutiems y de los demás sectores que están siendo golpeados, no están solos.
¡Ni una lucha aislada más!
¡Solución a la huelga ya! |