Trabajadoras y trabajadores del sector bancario van este jueves 23 de febrero al paro nacional. La medida de fuerza, que tendrá una duración de 24 horas, es en demanda de una recomposición salarial y se da en el marco de la negociación paritaria del sector.
En el comunicado convocando a la medida de fuerza, se plantea la exigencia “por una recomposición salarial digna”, “por una solución al absurdo impuesto a las ganancias” y “por nuestros derechos”.
La semana pasada, en el anuncio de convocatoria al paro, Sergio Palazzo -secretario general del gremio bancario- había afirmado que “en nuestra actividad tiene un impacto muy fuerte el impuesto a las Ganancias y lo que eso significa en el salario”.
Al mismo tiempo, había señalado que “ha habido una pérdida de poder adquisitivo en 2022. Cuando uno mira la inflación, lo que se acordó nominalmente terminó siendo un poco menos y creemos que tiene que haber una respuesta”.
El reclamo está más que fundado. La inflación del mes de enero de 2023 marcó una suba del 6 % mensual y las estimaciones para el mes de febrero ya la ubican por encima del 5 %. Es decir, frente al alza de precios, el salario de la clase trabajadora necesita una urgente recomposición.
Romper la tregua y pelear contra el ajuste
La constante inflación golpea los salarios del conjunto de la clase trabajadora y el nivel de vida de las mayorías populares. Sin embargo, las conducciones sindicales burocráticas mantienen una tregua persistente con gobiernos y patronales.
La dirigencia de los grandes sindicatos elige la negociación por sector o rama, reclamando en función de la situación del sector. Sin embargo, la CGT y los dirigentes sindicales alineados con el Frente de Todos -la inmensa mayoría- no plantean ningún reclamo conjunto de la clase trabajadora.
Esa ubicación es inseparable del alineamiento político con el Gobierno nacional. Un alineamiento que quedó en evidencia el pasado jueves, cuando parte importante del arco sindical -incluido el mismo Palazzo- participó de la llamada Mesa política del Frente de Todos. Allí el peronismo gobernante intentó empezar a delinear una estrategia hacia las elecciones.
Sin embargo, eso implica sostener como válido lo actuado hasta el momento, en estos tres años y medio de gobierno. Es decir, implica justificar el ajuste llevado a cabo y profundizado tras el acuerdo con el FMI, del que se está por cumplir un año. |