Las entrevistas son para una sucursal de Coto que se abrirá en Nordelta. El supermercado tiene cerca de 600 puestos de trabajo para cubrir, pero fueron miles los jóvenes que hicieron largas filas para dejar su CV. En Argentina hay más de 3 millones de personas que buscan un segundo empleo.
Horas y horas de cola al sol. Jóvenes que prácticamente tienen que acampar. El objetivo es conseguir un puesto de trabajo en una sucursal del supermercado Coto que se crearía en el más que selecto Nordelta. La cadena de supermercados perteneciente al millonario Alfredo Coto busca abrir un nueva sucursal en ese barrio privado, donde serían necesarios alrededor de 600 puestos de trabajo.
Los hechos tienen lugar en el partido bonaerense de Benavídez, en la zona norte del conurbano bonaerense. Son miles de jóvenes los que forman más de tres cuadras de cola para intentar garantizarse una entrevista y poder tener la posibilidad de un puesto laboral. Las imágenes funcionan casi como una refutación a las palabras de Alberto Fernández, que hace pocas semanas había dicho que la gente ahora solo hacía colas para ir a comer a un restaurante.
Pibes y pibas acampan y hacen fila durante horas porque se abrieron algunos puestos de laburo para un supermercado en Benavidez. Me enoja porque muchos de ellos son nuestros alumnos y como docentes sabemos lo que les costó terminar la escuela soñando con un futuro mejor. pic.twitter.com/Fu1KHyXwvU
Al mismo tiempo, hablan del país real, ese que se encuentra socialmente dividido, con millones de personas cada vez más golpeadas por las consecuencias de la inflación y la precarización de la vida. De hecho, los datos brindados por la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que se conocieron esta semana, indican que son más de 3 millones de trabajadores quienes buscan otro empleo.
El dato dice, además, mucho acerca de la llamada "calidad" de los puestos de trabajo. Es decir, de la precariedad de las condiciones laborales además de los montos salariales que, evidentemente, pierden a cada momento frente a la creciente inflación.
Ante ese escenario social cobra aún más relevancia una propuesta que vienen planteando desde el PTS-Frente de Izquierda. En particular, han sido los diputados nacionales Nicolás del Caño y Myriam Bregman quienes más han difundido el planteo de reducir la jornada laboral a 6 horas, 5 días a la semana, con un salario que, cómo mínimo, cubra la canasta familiar. Aplicando esa medida en 12.000 grandes empresas podrían lograrse 1.000.000 de puestos de trabajo con derechos.
