La política abiertamente antisindical de Starbucks no es nada nuevo y la empresa la lleva adelante en todo el mundo. Pero no dejan de sorprender los métodos de amedrentamiento y persecución contra sus trabajadores y trabajadoras para evitar que se organicen y luchen por mejores condiciones laborales.
En Estados Unidos esto se ha convertido en una "guerra" entre los trabajadores y la empresa durante el último año y medio, con cientos de tiendas votando la sindicalización y con la respuesta de Starbucks cerrando locales, despidiendo o rotando a sus empleados.
La más reciente denuncia sobre el accionar de la empresa viene de Chile y la llevó adelante el Sindicato de Starbucks. Allí señalan que la política antisindical es una práctica habitual, pues a los trabajadores que denuncian vulneración de derechos, se les cambia de tienda como forma de amedrentamiento para alejarlos del resto de sus compañeros de trabajo.
Camila Aros, trabaja en Starbucks hace 5 años, y desde hace tiempo desempeña sus tareas en una tienda ubicada en el exclusivo barrio de Las Condes. Ella denunció hostigamiento laboral y la empresa buscó cambiarla de local. Lo mismo le ocurrió a Constanza Pino, supervisora de esa tienda, quien recibió hostigamiento por parte de su gerenta, quien le pedía fotos de su ubicación en whatsapp para corroborar el tiempo de trayecto de su casa hasta el trabajo.
Las trabajadoras acudieron al sindicato, quienes realizaron una denuncia a la empresa. Sin embargo, a pesar de que Starbucks inició una investigación interna, (la cual no consideró el testimonio de la trabajadora afectada), la medida que terminaron tomando es la de castigar a las trabajadoras denunciantes cambiandolas de tienda.
Pedro Fuentes es barista en la tienda de Callao hace casi dos años. Él denunció que: “Con mis compañeros y el sindicato nos movilizamos por cambios de tiendas injustificados e irregularidades que ocurrían constantemente en la tienda. Las investigaciones y respuestas no fueron positivas, ahora hay represalias desde la empresa. Ahora soy yo el afectado y me quieren mover a una tienda que aún no se me ha informado”
Starbucks buscó durante años mostrar hacia afuera una imagen de empresa amigable, diversa y sustentable. Pero a medida que las y los trabajadores empezaron a denunciar las condiciones de trabajo, el racismo o el sexismo, en distintas partes del mundo, e iniciaron un proceso de organización y sindicalización, la empresa respondió de la misma manera en todos lados: castigando, desplazando y hostigando a los empleados que cuestionen su funcionamiento o pretendan organizar a sus compañeros y compañeras. Sin embargo, la ola de sindicalización que en Estados Unidos es novedosa y se desarrolla con mucha fuerza, y que en Chile ya se venía gestando hace tiempo, muestra que las y los trabajadores de Starbucks no están dispuestos a ceder. A pesar de las presiones, su lucha por la organización y la sindicalización sigue en pie. |