Ante el inicio de clases, las y los docentes universitarios de todo el país nos estamos organizando para pelear por una necesaria recomposición salarial, junto a otras demandas en defensa de la educación pública y gratuita. La situación salarial de la docencia universitaria es crítica, desde 2015 hay una pérdida del 30% y la inflación no para de comerse nuestros sueldos.
El viernes 17 de febrero sesionó el Plenario de Secretarios Generales de la Federación de Docentes Universitarios Conadu Histórica. La mesa ejecutiva ya había anunciado en una declaración que peligra el inicio de clases en las universidades si no se convoca a mesa paritaria de revisión y recomposión del salario 2022, y el inicio de la paritaria 2023.
La paritaria 2022 cobrada en múltiples cuotas no acumulativas, y que se extiende hasta abril de este año, no se ha acercado a los números de la inflación, sobre los salarios del mes de marzo de 2022 que sumaron el 86%, se impuso para “compensar” esta pérdida salarial los incrementos de un 2% en enero, 4 % en febrero y 2 % en marzo del 2023. Es decir, recién los primeros días de abril del 2023 se alcanzará el 94%; por debajo de la inflación acumulada en el último año (que ya está por llegar al 100 % interanual) y más lejos aún de recomponer algo de lo perdido en los últimos años.
Además, la docencia universitaria es el único sector que no ha recibido ningún bono compensatorio, excepto por unos magros $ 2.500 en 2021 que no pueden llegar a considerarse como tales, mientras el bono al resto de los estatales había sido $ 20.000.
Desde el 2018 donde se dieron masivas movilizaciones de la docencia universitaria y los estudiantes, lucha que fue entregada por las burocracias, el sector viene dando tregua y pactando con el gobierno nacional, la desmovilización y la pasivización. Conadu, Fedun, Ctera, Uda, Fagdut firmaron las perores paritarias hundiendo a los docentes en la pobreza, sin embargo, nuestra federación no dispone la necesaria deliberación de las organizaciones de base para convocar a medidas de fuerza a la altura de los ataques.
Si el dato del Indec de inflación de enero del 6 % es alarmante, en Jujuy la Dirección Provincial de Estadística y Censos registró un 8,5 % dos puntos por encima de la media nacional, donde vivienda, combustible y electricidad fueron los rubros que más aumentaron. En la Universidad Nacional de Jujuy no sólo hay docentes precarizados, ad honorem y con contratos de monotributo, sin presupuestos para garantizar el traslado y la movilidad para dar clases en las expansiones del interior, que se mantienen sobre condiciones precarias, sino que además hay docentes que hace meses no cobran sus sueldos.
En la Universidad de Buenos Aires estamos enfrentando un ataque directo a nuestra cobertura de salud en la obra social Dosuba, donde el Consejo Superior votó una resolución negando la afiliación a los nuevos jubilados y a los miles de docentes ad honorem. Mientras tanto, las autoridades hicieron brutales incrementos en posgrados, maestrías y diplomaturas. Seguimos peleando por la gratuidad de la educación.
Este martes 28 de febrero la Asociación Gremial Docente de la UBA convoca a una asamblea a las 17.30 hs en la Facultad de Medicina para organizar nuevas acciones para pelear contra estos ataques y exigir a la Conadu Histórica que convoque a un plan de lucha por reapertura salarial, recomposición salarial y todas estas demandas.
Mientras tanto, docentes de los niveles inicial, primario y secundario también están en pie de lucha. Este lunes 27 de febrero se realizaron paros de la docencia en la mitad de las provincias argentinas: Córdoba, Jujuy, Ciudad de Buenos Aires, Río Negro, Chubut, Santa Cruz, San Juan, Santa Fe, Chaco, Misiones, Formosa y La Rioja.
Por estos motivos, hay que construir un plan nacional de lucha unitario de la docencia universitaria, y extender la coordinación con estudiantes, docentes de distintos niveles y otros sectores. Ese es el camino para terminar con las paritarias impuestas y los salarios de pobreza, realicemos asambleas en cada unidad académica para poder deliberar las medidas adecuadas y a la altura del ajuste en curso. |
