Espert sigue buscando llamar la atención y este martes en Diputados solicitó una cuestión de privilegio (salirse del temario pautado) para ratificar sus amenazas contra quienes cortan la calle y pelean contra el ajuste, y para atacar a la bancada del Frente de Izquierda Unidad.
El diputado autodenominado libertario hizo el pedido para responder a Romina del Plá, que había repudiado sus amenazas contra el dirigente del Polo Obrero y quienes cortan la calle. El hecho sucedió veinte días atrás cuando Espert escribió en su cuenta de Twitter: "Cárcel o bala para vos Belliboni". Frente a ese accionar, el Frente de Izquierda presentó un repudio a sus dichos para que sea tratado en la Cámara de Diputados, y Del Plá volvió a dejarlo en claro durante su intervención en el debate.
Ante esta situación, el economista liberfacho pidió una cuestión de privilegio y volvió a atacar a quienes cortan la calle por sus derechos, apuntando contra el Frente de Izquierda en particular: "Las diputadas Del Plá y Bregman pidieron que esta Cámara repudiara mis dichos. Evidentemente tienen pésimos asesores letrados que no los instruyen sobre conceptos elementales como la inmunidad de opinión que la Constitución confiere a diputados y senadores". Escudándose en la libertad de opinión, Espert no sólo no se retractó de pedir "cárcel o bala", sino que aclaró: "Como representante del pueblo y de los argentinos uso la palabra y la seguiré usando".
Recurriendo al gastado recurso de victimizarse por un supuesto intento de censura, Espert sigue destilando su desprecio contra quienes cortan la calle y luchan en defensa de sus derechos y contra los planes de ajuste. No conforme con el ataque por parte del Gobierno a las organizaciones, con recortes de los planes y montos que no alcanzan ni a cubrir la canasta de indigencia, Espert redobla la apuesta e incita a la violencia llamandolos delincuentes y amenazando impunemente a referentes como Belliboni. Frente a esta situación, agregó: "No se escandalicen ni tengan miedo, solo es una forma de pedir la aplicación de la ley. No es una amenaza, porque ningún ciudadano de bien puede sentirse amenazado porque alguien pida la aplicación de la ley, que es lo que yo pido".
Para finalizar, no solo dejó en evidencia su odio y su desprecio clasista, sino su completa ignorancia al afirmar que "cortar la calle es un delito y deben ir a la cárcel, como ocurre en cualquier país del mundo". Mal que le pese a Espert y a sus seguidores, en Argentina hay sobrada jurisprudencia de que la protesta no es delito, sino un derecho que ha sido defendido por numerosas organizaciones obreras, sociales y políticas a lo largo de la historia.
Los ataques de fachos como Espert solo buscan demonizar el derecho a la protesta, buscando limar la resistencia contra los planes de ajuste y allanar el camino para nuevos ataques contra el salario, los derechos laborales y las jubilaciones (no por nada también votó en contra de la moratoria previsional). Por eso deben ser repudiados por todos los trabajadores y los sectores populares.
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