El lunes 27 de febrero en Orizaba, Veracruz, nos arrebataron la vida de una colega, por la tarde, la maestra de educación especial Verónica Fernández Trujillo fue asesinada cuando abordaba su vehículo particular, estacionado a las afueras del Centro de Atención Múltiple de Educación Especial CAME-15, donde impartía clases a niños con discapacidades.
Tras el ataque, se dio a conocer un video, donde se puede observar a la presunta responsable del crimen mujer vestida de negro, con lentes oscuros y gorra, alejarse corriendo de la escena del homicidio.
Desde entonces familiares, amigos, compañeros de trabajo exigieron justicia. Hasta ahora se encuentra detenido Jesús N, un conocido empresario y excandidato a la alcaldía de Ciudad Mendoza por el Partido Encuentro Social (PES), esposo de la presunta asesina de la maestra Verónica y sospechoso de ser cómplice.
Causó tanto revuelo el caso que el Gobernador de la entidad de Veracruz se vio obligado a declarar que se iba a hacer justicia y por tanto ya tenían al detenido pero posteriormente detalló que este asesinato se debía a “motivos pasionales”. También el Secretario de Educación de la entidad, Zenyazen Escobar, en una entrevista aseguró que confiaba en la línea de investigación del gobierno, y explicó que el crimen no fue dentro de la escuela por tanto no se iban a suspender las clases. No obstante, los padres de familia no mandaron a sus hijos toda la semana pasada.
El Estado mexicano siempre busca deslindarse de su responsabilidad y no otorga espacios seguros para las mujeres, en donde muchas veces se ha dictaminado que se trata de crímenes pasionales, suicidios, así como el cuestionamiento de que si andaba de fiesta o la ropa que usaba, dando un mensaje que la culpa fue de estas mujeres. O simplemente entorpecen las investigaciones pareciendo que no las quieren encontrar y poniéndose a favor de los agresores como lo fue el caso de Marisela Escobedo.
La violencia no cesa en Veracruz. Un caso muy parecido sucedió el 21 de septiembre del 2022: la maestra Elizabeth Meza de 58 años fue acribillada en la entrada de la escuela primaria donde laboraba, en Xalapa. Desde 2019 hasta el año pasado, Veracruz se ha posicionado como el tercer estado a nivel nacional con el índice de feminicidios más elevado.
Las maestras podemos frenar la violencia y feminicidios
Un claro ejemplo de que las maestras podemos incidir para que los feminicidios se frenen fue el caso de la maestra Laura Denisse. Ante su desaparición en octubre del 2020, los familiares y maestros de la secundaria diurna 152 de Iztapalapa se organizaron para bloquear la calzada Ignacio Zaragoza y ante el miedo de despertar la rabia y la organización del magisterio la Fiscalía de Ciudad de México nos entregó con vida a la maestra.
Las maestras debemos de unirnos al movimiento de mujeres para verdaderamente vencer y exigir que se cumplan las demandas del movimiento de mujeres e incluir nuestras las demandas laborales y la defensa de la educación pública.
Hagamos efectivo que “si tocan a una, nos tocan a todas”, dejando en claro que no vamos a permitir que nos sigan arrebatando a ninguna trabajadora precarizada, joven, ni maestra. ¡Por todas nosotras, por nuestras alumnas y por sus madres breguemos por la organización independiente y democrática de las mujeres!
En este camino para implementar medidas que avancen en la erradicación de la violencia contra las mujeres es vital que pongamos nuestras fuerzas en las calles para desarrollar un movimiento nacional de mujeres, en clave anticapitalista, socialista y revolucionario que desnude que los verdaderos responsables de la violencia hacia las mujeres son el Estado y sus instituciones, pues dos de sus pilares fundamentales son la opresión y explotación de las mujeres.
¡Te invitamos a marchar este 8M en el contingente de mujeres y disidencias sexogenéricas Pan y Rosas!
¡Nuestros derechos los conquistamos en las calles!
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