Miles en las calles. ¡Hay fuerza para conquistar nuestras demandas!
Una masiva jornada en las calles marcó la conmemoración del día de las Mujeres en Antofagasta, mostrando que el movimiento de mujeres continúa siendo una importante fuerza.
La jornada comenzó con la importante paralización de 20 de los establecimientos educativos públicos, decisión votada en asambleas del Sindicato de Profesores y Profesionales de la Educación y del Colegio de Profesores. Aunque sus direcciones buscaron hacer un paro pasivo y burocrático, sin llamar activamente a movilizar, el ánimo de paro en varios liceos expresa que hay fuerzas para desarrollar un plan de lucha para retomar nuestras demandas.
Con marcada presencia de la juventud, también se encontraron en las calles sectores como trabajadoras, pobladoras y migrantes. Se escucharon fuertes los cánticos por demandas como Ni Una Menos, en contra la violencia machista y los femicidios; y por el derecho al Aborto legal, una demanda postergada hasta ahora. Sin dudas este 8M demostró que nuestras demandas no están sepultadas y mucho menos resueltas, así como también que las mujeres junto a la diversidad sexual estamos dispuestas a seguir en las calles denunciando la violencia machista.
Pero los años del movimiento de mujeres no han pasado en vano. Por primera vez desde que nos levantamos las mujeres, en la ciudad hubo convocatorias divididas, que mostraron diferentes posiciones sobre cómo desarrollar el movimiento. ¿Por qué pasó esto?
¿Gobierno feminista o institucionalización de nuestras demandas?
Ante este escenario, el Gobierno de Boric mantiene un discurso de ser un gobierno “feminista” e intenta pararse desde nuestra vereda. En Antofagasta el Gobierno convocó a una marcha que partió del Teatro Municipal. Sin embargo, buscaron esconder este carácter oficialista de la marcha para pasarla como que fuera una convocatoria “independiente” y así convocaron desde la Coordinadora 8M (cooptada ya por el Gobierno), e incluyeron en su coordinación a organismos de mujeres y disidencias sexogenéricas.
Sin embargo, y aunque algunas cientos de mujeres llegaron a su acto pensando que era la marcha común de todos los años, directamente participaron autoridades de Gobierno como la delegada presidencial regional Karen Behrens (PS) o Consejeras Regionales del oficialismo como Paula Orellana (RD).
De esta forma, buscar ubicarse con un discurso feminista, realizando anuncios de minimos avances pero que no constituyen cambios fundamentales en la situación de las mujeres, y mas bien buscan institucionalizar la fuerza del movimiento de mujeres, para rebajar nuestras demandas a la medida de lo posible. Una muestra de esto es que mientras llaman a marchar el 8M, la ministra Orellana dice que “impulsaran el aborto sin causales pero no este año” y confiando que se ganará negociando con la derecha. Pero para conquistar esta demanda, no podemos hacerlo de la mano ni de la Concertación ni la Derecha como busca este Gobierno, sino solo con los métodos de la autoorganización y la movilización independiente en las calles como mostró la Marea Verde en Argentina.
Buscan limitar el desarrollo de un gran movimiento en las calles y nos hacen creer que serán ellas y ellos, los partidos del régimen de los grandes empresarios y de la Iglesia, quienes nos garanticen nuestros derechos. Incluso ahora nos dicen que depositemos la confianza en el nuevo fraude constituyente que están cocinando con la derecha para mantener el régimen de los 30 años. No podemos aceptarlo.
Una gran marcha alternativa e independiente al Gobierno
Cientos de mujeres nos movilizamos en Antofagasta, pero no en la convocatoria del Gobierno, sino de forma independiente a éste con un llamado claro a no transar nuestras demandas con la derecha y la Concertación. Fuimos cientos de mujeres, trabajadoras y jóvenes, que nos encontramos en las calles porque queremos retomar nuestra organización y lucha, para terminar con la violencia machista, para conquistar el derecho al aborto legal, libre, seguro y gratuito, para poner fin a la precariedad laboral, entre otras demandas.
Por ello desde Pan y Rosas, junto a la agrupación de jóvenes y estudiantes Vencer, los trabajadores de la salud de la agrupación Abran Paso, y Nuestra Clase, agrupación de trabajadores de la educación, luego de realizar un acto propio, nos unificamos en una marcha común junto con las compañeras del Encuentro de Mujeres Antofagasta y Tumba Diabla, para agrupar las fuerzas de forma independiente al Gobierno. Dimos una lucha común para que nuestras fuerzas no vayan a chocar con el muro de la institucionalidad donde mueren todas nuestras demandas en los salones institucionales de este viejo régimen.
Por eso, no nos unimos con la marcha del Gobierno, aunque éste buscó esconder el carácter oficialista-institucionalista de la marcha; y producto de esta pelea una parte importante de esa marcha, de cientos de mujeres que no sabían que estaban con el Gobierno, se unieron a la marcha alternativa que avanzó hacia la plaza de la revolución y que terminó siendo la marcha más importante. Se trató de un triunfo impedir que el movimiento en las calles se lo ganara el gobierno, y sentar la perspectiva de retomar nuestra lucha.
Pero unimos esta pelea con las luchas que dan otros sectores como las y los trabajadores del Hospital agrupados en Abran Paso que en el acto de Pan y Rosas denunciaron los despidos en la salud pública, como denunció en su intervención, Sebastián Valdivia dirigente del Sindicato N°1 de la empresa SigloXXI.
Además denunciando claramente la “cocina” del nuevo fraude constitucional, donde el Gobierno del Frente Amplio, el PC y la Concertación, buscan acordar con la derecha una nueva constitución para blindar el “modelo” chileno al servicio de las multinacionales y grandes empresas. De allí que uno de los gritos que más simpatías sacó fue cuando coreábamos: “Este Gobierno se dice feminista pero concilia con los pinochetistas”, “abajo el acuerdo constitucional, con la derecha no vamos a transar”. Esta pelea es importante para el movimiento de mujeres, pues no conquistaremos nuestras demandas si este régimen se blinda con una nueva constitución al servicio de los grandes empresarios y el conservadurismo.
¡Construyamos juntes una alternativa del feminismo socialista! ¡Súmate a Pan y Rosas!
Ayer fuimos muchas mujeres en las calles y es una fuerza que debemos desarrollar para que vuelva a ser fuerte en universidades, liceos, hospitales y en las empresas, donde nos unamos estudiantes, pobladoras y trabajadoras. Pero nuestras demandas peligran ante el avance de la derecha y ante un gobierno conciliador que les va cediendo espacio. Por ello tenemos que apostar a expandir y ampliar nuestra fuerza, no queremos que sean hitos una vez al año para presionar que las instituciones nos entreguen migajas. Solo con un gran movimiento ligado a los lugares de trabajo y estudio y en las calles, con asambleas y coordinaciones, unidos a la clase trabajadora y el pueblo, podremos construir una gran fuerza para conquistar nuestras demandas. Por eso, no podemos limitarnos a la medida de lo posible y las negociaciones con la derecha, que no terminarán en nada favorable a nosotras.
Debemos retomar la lucha por el derecho al aborto legal libre seguro y gratutito, el cual Boric dejo en el tintero para darle el gusto a la derecha. Contra la violencia hacia las mujeres, por un plan de emergencia inmediato financiado con impuestos a las grandes fortunas. Para terminar con los trabajos basura o precarios que en su mayoría sostenemos las mujeres, para terminar con los sueldos y pensiones de hambre y que nos permitan llegar a fin de mes. Para enfrentar la inflación con aumento de salarios para todos, y para que la crisis la paguen los capitalistas y no la clase trabajadora.
Para conquistar estas reivindicaciones, debemos confiar solo en la unidad de la movilización, en la autoorganización expandiendo el movimiento en lugares de trabajo y estudio, y unir nuestra perspectiva al desarrollo de la unidad con los explotados y oprimidos, sin confianza en la institucionalidad y sin ninguna alianza con las grandes empresas y el gobierno.
Así también, queremos retomar la tradición internacionalista de nuestro movimiento, denunciando el Golpe y la represión en Perú y nos solidarizamos con la huelga general en Francia contra el intento del gobierno de Macron para aumentar la edad de las jubilaciones. Ayer nos movilizamos en decenas de países como un solo puño.
Les invitamos a que se sumen a Pan y Rosas para que tomemos juntas el desafío de cambiarlo todo, para luchar por un mundo sin capitalistas y sin patriarcas, retomando el camino de la movilización en conjunto con la clase trabajadora, para conquistar la vida que queremos. |
